Josu García y Julia Fernández
Domingo, 14 de septiembre 2025, 16:03
| Actualizado 23:31h.
La Vuelta ha tenido un final abrupto: suspensión de etapa y también de la ceremonia del podio. Las protestas para denunciar el genocidio en Gaza y contra el equipo Israel-Premier Tech han puesto punto final a la carrera y han obligado a los Cuerpos de Seguridad del Estado a emplearse a fondo. La suspensión de las celebraciones posteriores a la etapa también han impedido que el ciclista Matthew Riccitelo, del lsrael, subiera al escenario para recoger el maillot blanco que le corona como el mejor de los jóvenes.
Estaba preparado para hacerlo entre abucheos, pero no le han dado la oportunidad. Lo que sí ha hecho el equipo, cuyo dueño es el millonario Sylvan Adams, amigo personal del primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, es sacar pecho de su hazaña en sus redes sociales. Le han felicitado subiendo una imagen vestido de blanco.
Es una manera de agradecerle el esfuerzo de estos días en los que todos los miembros de la formación han pasado por momentos muy duros al ser recriminados por grupos de personas a lo largo de las 21 etapas de la Vuelta. Tal ha sido el asedio que su director, el navarro Óscar Guerrero, abandonó la ronda española el jueves a la noche para arropar a su familia, después de que aparecieran pintadas intimidatorias en su domicilio de Alsasua.
La seguridad era una de las preocupaciones de los organizadores de la Vuelta para la última etapa. Madrid se había blindado con 1.500 agentes para evitar que los manifestantes puedan alterar el desarrollo de la carrera. Unos intentos que han sido en vano. El sábado, su director, Javier Guillén, anunció un recorte de cinco kilómetros en el recorrido para soslayar el paso por el distrito de Aravaca. Pero las protestas han sido muy serias y han obligado a poner punto final a la competición antes de lo esperado, a 50 kilómetros del final de etapa previsto.
El Israel-Premier Tech, que ya ha anunciado que cambiará su nombre por IPT para las próximas competiciones, se ha visto obligado a atrincherarse en su hotel tras los altercados. Un lugar que se mantiene en secreto para que las protestas no se trasladen allí. Se prevé que los integrantes de la formación abandonen Madrid a la mayor brevedad posible y en la intimidad.
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