«No salgo de mi asombro de que Sánchez alentara la protesta en respaldo de Palestina contra Netanyahu», así de sorprendido se ha mostrado Pedro J. Ramírez, presidente y director de EL ESPAÑOL, en ‘El programa de Ana Rosa’ en Telecinco.
«Ayer pensé que era otro de sus golpes de astucia, de su oportunismo proverbial. Vamos a convertir a los ciclistas en comparsas de una gran manifestación a favor de Palestina y contra Netanyahu», esa era la hipótesis que manejaba Ramírez. «Pero en realidad era una manera de decir: ‘A mí me abuchearán en la calle, pero las pancartas que salen a la calle respaldan lo que yo estoy haciendo'», ha indicado.
Sin embargo, su percepción cambió por completo «cuando vimos lo que ocurría cuando llegaba la carrera, porque resultó que Sánchez no fue capaz de controlar las protestas alentadas por Sánchez».
«El Ejecutivo perdió el control de la situación, el dispositivo se desbordó y la situación se le fue de las manos y quedó en evidencia que el Gobierno de España no fue capaz de garantizar que terminara una competición deportiva. Esa es la definición de la chapuza, cuando pretendes hacer un cosa y se te vuelve en contra como si fuera un bumerán», ha aseverado el director de EL ESPAÑOL.
Ramírez considera que «Sánchez podría haber hecho muchas otras cosas desde el inicio de La Vuelta. Podría haber suspendido la competición por razones de orden público o podría haber creado una mayor presión a los organizadores para que se expulsara al equipo israelí… Y allá los organizadores de La Vuelta con la Unión Ciclista Internacional (UCI)».
«Sánchez podía haber organizado una manifestación en otro lugar, otro día, encabezándola él mismo o podía romper relaciones diplomáticas con Israel… Pero lo que no podía hacer es convocar protestas en la etapa final y hacer el ridículo ante el mundo entero por no ser capaz de garantizar que la carrera llegara a término», ha sentenciado Pedro J.
Para el presidente de EL ESPAÑOL «lo peor de todo han sido las explicaciones y justificaciones de algunos de sus ministros y todo el entorno que le jalea».
«Esto no iba sobre la causa palestina. Todos respaldamos las protestas, las sanciones diplomáticas, la gran mayoría lo hace… Yo he escrito en mi Carta del domingo que en Gaza se están cometiendo intolerables crímenes contra la humanidad, pero lo de ayer iba de si un Gobierno de un país democrático mantiene el orden público o no», afirma Ramírez.
«Por la misma regla de tres de que lo importante son las víctimas del horror de Gaza podríamos justificar que mañana se cercara la Moncloa y se rompieran las vallas y los manifestantes entraran en el Consejo de ministros y no se fueran de allí hasta que enviaran unidades militares a respaldar la resistencia palestina en Gaza», ha señalado.
Y ha rematado su intervención hablando de las razones utilizadas para justificar este boicot. «No se puede pretender manipular a la opinión pública con argumentos tan burdos, claro que eso explica cómo determinados personajillos muy mediocres han llegado al rango de miembros del Gobierno de España».