La etapa final de La Vuelta a Españatuvo que ser suspendida este domingo debido a las manifestaciones propalestinas que se congregaron en Madrid.

Es por ello que la organización tuvo que improvisar un podio para JonasVingegaard, Joao Almeida y Tom Pidcock, los tres primeros.

Fue en un parking de un hotel con los ciclistas subidos en neveras con los números pintados a mano.

La triste entrega de premios de La Vuelta fue ‘ambientada’ por música de altavoz portátil que dejaron una imagen surrealista de un podio clandestino.

«Todo el día ha sido bastante surrealista», dijo el campeón danés, que se subió ‘podio’ como maillot rojo delante de una lona arrugada sujeta a un coche y elevada con un palo.

Frente al Getafe, en el Johan Cruyff


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