Cuando la propietaria encontró esta casa adosada en la zona norte de Madrid, supo que allí podría levantar el hogar perfecto para su familia. Eso sí, necesitaba una transformación total. Y tenía clarísimo a quién acudir: Paula Duarte, interiorista a la que seguía desde hacía tiempo y en cuya estética se veía plenamente reflejada. “Siempre había pensado que, cuando tuviera una casa que mereciera la pena reformar, la llamaría. Y así fue”, nos cuentan.
La vivienda, construida en los años 90, ya había pasado por una reforma en los 2000… pero sin demasiado acierto. “Era todo muy brillante, con una cocina negra, muy tremenda y dosmilera. Nada encajaba con la idea de un hogar cálido y familiar que ellos buscaban”, recuerda Paula. El reto, por tanto, estaba en darle la vuelta por completo: tabiquería, instalaciones, sistemas de climatización, distribución… nada se dejó al azar. Incluso se sustituyó el gas natural por aerotermia, en un paso clave hacia una casa más sostenible. Inspírate cada mes. y recibe las mejores ideas para decorar y transformar tu casa al mejor precio.
Tips de experto
¿El resultado? Una reforma integral que convirtió este adosado en un espacio luminoso, ecológico, familiar y, sobre todo, disfrutón. “Querían que cada rincón de la casa pudiera vivirse a tope”, explica Paula. Y así se hizo: con una planta exclusiva para los padres, otra pensada para las tres hijas adolescentes y zonas comunes donde lo cálido y lo relajado marcan el tono. El nuevo hogar respira armonía, naturalidad y ese confort que invita a quedarse. “Ahora la propietaria está encantada. Siempre nos dice lo feliz que se siente en su casa”.
Sin lugar a dudas, una transformación que ha valido la pena y que ha resultado en esta casa que ahora sus dueños pueden llamar hogar. Un luegar donde seguir construyendo historias con sus seres más queridos.