El biopic nos muestra al «Boss» en plena crisis creativa y personal, durante la gestación de su mítico álbum ‘Nebraska’
Jeremy Allen White en una escena del nuevo tráiler ‘Springsteen: Deliver Me From Nowhere’
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El próximo 24 de octubre llega a los cines Springsteen: Deliver Me From Nowhere, uno de esos estrenos que huelen a premio y a culto a partes iguales. Dirigida por Scott Cooper y basada en el libro de Warren Zanes, la cinta se mete de lleno en los meses más raros y creativos del Boss, cuando pasó de llenar estadios a grabar en una habitación de Nueva Jersey el disco que cambiaría su carrera.
Cooper -director de La ley del más fuerte (2013) y Black Mass (2015)- firma lo que él mismo define como un «anti-biopic». Para que nos entendamos, aquí no hay cronologías completas ni recreaciones de sus grandes shows, solo emoción en estado puro, concretamente cuando, tras el éxito del álbum The River, Bruce decide bajar el volumen y ponerse a grabar solo. Un retrato de dudas, reinvención y búsqueda de autenticidad que recuerda más al tono introspectivo de A Complete Unknown, la de Bob Dylan, que a los biopics más vistosos tipo Rocketman o Bohemian Rhapsody.
El biopic sobre Bruce Springsteen que no te esperabas: el hombre detrás del mito
Jeremy Allen White se mete en la piel del Boss con una transformación física y vocal impresionante, fruto de meses de trabajo: registros de voz, clases de guitarra y hasta detalles de caracterización, como las lentillas marrones, para clavar la estética de la época. En junio vimos un primer adelanto de la película, pero ahora el nuevo tráiler publicado por 20th Century Studios en YouTube nos confirma lo que muchos fans sospechábamos: la película va a apostar por un tono totalmente austero y emocional.
«Es muy duro darse cuenta de que la gente no es como tú quieres», arranca la voz en off. Y, en apenas dos minutos de tráiler, se alternan imágenes del Springsteen arrollador sobre el escenario con carreteras vacías de Nueva Jersey, noches componiendo en su habitación, charlas con su mánager sobre el futuro y sesiones de estudio. Quizás, una de las cosas más llamativas de este avance son los flashbacks con su padre, interpretado por Stephen Graham, quien pasa por su mejor momento tras haber ganado sus dos Emmys por la serie Adolescence de Netflix.
De fondo suena Atlantic City, uno de los temas más icónicos de Nebraska, detalle que para los seguidores de Bruce seguramente sea toda una declaración de intenciones. En el año 1982, cuando su discográfica quería repetir «la fórmula del éxito», Bruce no estaba dispuesto a aprovechar el tirón: él quería hacer canciones distintas y con sentido, aun sabiendo que era una jugada comercial arriesgada que podía poner en jaque su carrera. Ese es el espíritu que, cuatro décadas después, rescata esta película.
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