Fue un milagro. Ni siquiera el propio médico que le trata en Son Espases y que comprobó por donde le atravesó el enorme tubo de hierro sale de su sorpresa. «Cuando vieron que el pasamanos de la barrera que me clavé se quedó a medio centímetro de la arteria femoral, me dijo: ‘Esto te pasa un millón de veces y sólo te salvas una’», cuenta Frank con una sonrisa de oreja a oreja. Su actitud y resiliencia siempre han sido admirables, aunque los últimos días no han sido nada fáciles para él y su familia: «Paso de la euforia al bajón y otra vez vuelta a empezar», explica.

Se cayó el lunes 8 de septiembre mientras entrenaba en el velódromo de Son Moix para preparar el Mundial de Roubaix de Ciclismo en Pista del próximo octubre; aunque ya es consciente de que no podrá ir. El grave percance que sufrió, a causa de una barrera de la pista desprendida y en mal estado, le ha dejado importantes lesiones; entre ellas el peroné roto y un enorme agujero en la piel, cerrado con decenas de grapas y puntos que invaden su muslo derecho. La actuación del 061 fue tan de película como la propia caída.


El médico del 061 realizó una impresionante intervención ‘in situ’, recortándole la piel para liberarle de la barrera que tenía clavada y poder trasladarlo.

«Me salvaron la vida. Los bomberos no pudieron cortar la barra con la radial al estar tan cerca de la femoral y allí mismo el médico decidió cortar la piel para librarme de la barrera y trasladarme de urgencia a Son Espases», cuenta desde la habitación donde aún está ingresado. Una sombra empaña su optimismo, el próximo jueves, el equipo médico analizará si se ha producido alguna necrosis en la zona herida, algo que ralentizaría mucho su recuperación.

El accidente se produjo mientras el campeón de la categoría máster, François Xavier Brunot Pozo, conocido como Frank Brunot, daba vueltas a gran velocidad, ascendiendo y descendiendo por la pista, a las órdenes de su preparador. «La barrera, al estar suelta, se inclinó hacia el interior de la pista. La esquivé con el manillar pero entró en mi pierna derecha y me atravesó hasta la ingle, quedé ensartado y caí al suelo con la barrera», describe.


La barrera entró por su pierna derecha y salió por su ingle.

Todo lo que pasó a partir de ese momento, se lo han contado; ya que Frank se quedó inconsciente. Su entrenador David Montserrat y su gran amigo Bernat, reaccionaron rápidamente y en pocos minutos, el ciclista estaba rodeado de los equipos de Emergencia. No despertó hasta la una y media de la madrugada, sintiendo un tremendo dolor y con el brazo, el pómulo y el hombro inflamados; además de la imponente herida de la pierna. A pesar de lo sanguinolento del suceso, este accidente no le ha hecho perder la ilusión ni mucho menos coger miedo a la bicicleta.


La barrera se inclinó tanto sobre la pista que se interpuso en el camino de Frank y éste no pudo esquivarla ni pararse, ya que las bicis de esta modalidad son de piñón fijo y no tienen freno.

«Ésta es mi pasión. Es lo que me llena y me hace feliz. Espero el 2026 con muchas ganas, estreno categoría al cumplir 60 años y ya pienso en participar en la próxima Ultra Non Stop 24 horas», cuenta el incombustible Brunot. El próximo miércoles tendrá que pasar por el quirófano pero confía en los médicos: «He vuelto a nacer pero saldremos de ésta», asegura. La necesaria recuperación del accidente sufrido le deja sin poder aprovechar su plaza para el campeonato del mundo y la pérdida de los billetes y la estancia ya pagados. «Lo intenté hasta el final e incluso planteé ir y participar aún sabiendo que con la lesión no conseguiría nada y cuando se me agotó esa esperanza, pensé en ir al menos como espectador. No podré hacer ninguna de las dos cosas pero ya iré el año que viene. De lo malo, intento siempre sacar lo mejor», revela.


Los agujeros que soportaban la barrera se encuentran agrietados y no ofrecen la sujeción adecuada. Frank espera que lo reparen con urgencia, por la seguridad de todos los usuarios.

El deportista no pretende cargar contra las instalaciones de Son Moix porque para los amantes de este deporte son imprescindibles, sobre todo, mientras está cerrado el Velòdrom de les Illes Balears; pero sí considera importante realizar las mejoras necesarias para garantizar la seguridad, la barrera que se interpuso en su camino, entre ellas. «Los agujeros del suelo están totalmente agrietados y cedidos, no tenía ninguna sujeción, no quiero generar ninguna polémica pero hay que arreglar esto. No quiero imaginar lo que pasaría si la barrera cayera con un pelotón de niños rodando en la pista», finaliza con preocupación.