El inicio de la pretemporada del Covirán va dejando ya algunas pistas de por dónde pueden ir los tiros, tanto en ataque como en defensa, … del equipo en el que se estrenará esta temporada como entrenador Ramón Díaz. Sin embargo, con tres semanas aún de trabajo por delante, a nadie escapa que la riqueza táctica del conjunto aún se encuentra algo verde para como deberá estar en el estreno oficial frente al Joventut Badalona.

Así, en ataque se puede observar que la trazas principales van por el alto ritmo de juego, los ataques en los primeros segundos de posesión y el alto volumen de tiros de tres que los rojinegros emplearán –en el último duelo ante Unicaja ya lanzaron más triples que tiros de dos, por ejemplo–. Por su parte, en defensa lo que ya se palpa es que un alto nivel de intensidad para contener el bloqueo y continuación central del rival, el sistema a partir del cual empiezan a forjarse la inmensa mayoría de los ataques en el baloncesto del Viejo Continente hoy en día.

De ahí parte la principal idea en defensa de un Covirán que quiere ser un auténtico dolor de muelas para los rivales con su actividad en la pista trasera. Eso sí, no se puede esconder que ese no puede ser el único plan. Primero porque, de ser así, el equipo rojinegro se convertiría en muy previsible para los ataques contrarios. Y segundo, porque es muy difícil mantener ese nivel de exigencia física durante los cuarenta minutos de un partido. De ahí que, en la hoja de ruta de Ramón Díaz para su retaguardia, aparezcan necesariamente otros caminos para proteger su canasta.

Ajustes tácticos

Cuando el equipo granadino aún marcha por la mitad de su pretemporada, el propio entrenador no ocultó tras el duelo ante Unicaja que faltaban «muchos» ajustes tácticos por implantar en defensa. Por ejemplo, un factor decisivo para el triunfo costasoleño en la Copa Andalucía fueron los puntos del pívot David Kravish en el último cuarto. Sobradamente conocido por su buena mano exterior, el interior con pasaporte búlgaro sorprendió con su muñeca a un Zach Hankins que, a medio camino entre la fatiga y el desconocimiento del rival, no salió a puntearle en dos acciones consecutivas que acabaron sumando seis puntos para el Unicaja y abrieron la definitiva brecha en el marcador. «Hay detalles tácticos que aún no hemos trabajado», reconoció Díaz, restándole en cierto modo importancia a los despistes defensivos de Hankins, aunque sí fue más crítico con su estado actual de forma física, pidiéndole una mejor puesta a punto al estadounidense «si quiere jugar muchos minutos en este equipo».

Lo que se extrae de dichas declaraciones del nuevo entrenador del Covirán es que, por el momento, no le preocupa tanto el no conocer detalles de los futuros rivales, pero sí el hecho de tener a su equipo con una gran puesta a punto física, pues será necesaria para la idea que quiere implantar. Sin embargo, según ha podido saber IDEAL, en los entrenamientos del Covirán aún no se han trabajado todas las defensas contra el bloque directo que aparecerán pronto ya en la hoja de ruta defensiva de los rojinegros. Habrá opciones más conservadoras y, por supuesto también, situaciones en las que haya que ajustar ante un ‘pick&pop’ –cuando el pívot no continúa sino que se abre a tirar, como hizo Kravish el sábado–. Finalmente, llegarán también los ajustes específicos para cada equipo. El Covirán avanza sin prisa, pero sin pausa.