Tras dos años de espera —perfectos para dejar descansar al formato—, este lunes regresaron a Prime Video los triunfitos, o los «OTitos», como se ha oído decir en esta edición. Pero el nombre da igual, lo importante es que ha vuelto el talent que levanta pasiones, entre espectadores de televisión y usuarios de redes: OT 2025. Y lo ha hecho con una Gala 0 en la que no solo brillaron la mayoría de concursantes, especialmente las mujeres, sino también Chenoa

Ya lo hizo muchas veces en 2001, pero la presentadora volvería a cruzar, indudablemente, la pasarela. Y sin cantar, simplemente por la empatía que derrochó y que se apreció especialmente detrás de las cámaras. Porque, desde la grada del público, donde 20minutos estaba, justo detrás del jurado, se pudo comprobar que la mallorquina disfrutaba y sufría más que los propios concursantes.

Chenoa es la maestra de ceremonias perfecta para OT, porque no solo es presentadora: es conocedora de la industria, tiene experiencia como jurado y, sobre todo, es exconcursante del programa. Y eso hace que entienda por lo que pasan los participantes y quiera ofrecerles el mejor apoyo posible.

Porque sí, Noemí Galera será su madre adoptiva durante tres meses en la Academia, pero la intérprete de Cuando tú vas, en parte, también lo será, especialmente en las galas. Y eso es algo que ya demostró en OT 2023, cuando un cálido abrazo suyo recibía a los concursantes al terminar cada actuación, algo que repitió en el estreno de esta nueva edición. Pero eso es solo lo que se vio en Prime Video.

Hay mucho más detrás de las cámaras. En la Gala 0 hubo un quinto jurado, aunque los espectadores desde sus casas no lo pudieron ver: Chenoa fue una jueza muda, pero no inexpresiva, de todas las canciones. Mientras todos los focos estaban puestos en el triunfito que había sobre el escenario, la presentadora estaba al otro lado de la pasarela bailando y saltando cuando el tema lo requería y cuando el participante lo estaba haciendo bien.

Lo cierto es que lo que menos hacía era ver la actuación, quizá para centrarse más en la voz, y lo que más hacía era dar vueltas sobre sí misma mirando al suelo o revisando sus tarjetas. Pero, desde luego, no las estaba leyendo, sus caras demostraban que estaba más que atenta a lo que ocurría: arrugaba la frente y apretaba los dientes cuando alguno desafinaba; y soplaba y abría la boca cuando lo clavaban, como si quisiera exclamar «ese talento no se puede aguantar», algo que no dejó de repetir con María Cruz y su Euphoria y con Laura Muñoz y su Desátame, entre otras.

Por ello, y por la experiencia de haber estado en su posición hace más de dos décadas, se la veía disfrutar más que los participantes de sus logros, casi como una madre orgullosa, pero también sufrir con sus errores. Aun así, sucediera lo que sucediera sobre el escenario, Chenoa reseteaba al acabar la canción y volver a ser enfocada y, tras un tierno abrazo para que los nuevos triunfitos pudieran expulsar los nervios del directo, dejaba de lado su papel de exconcursante para ponerse la chaqueta de presentadora.

Todo ello hace que la artista mallorquina sea la conductora perfecta de OT, una que muestra frente a la pantalla profesionalidad y naturalidad —mucho más que cuando empezó en OT 2023— y cercanía y empatía detrás de las cámaras. Es como ese guiño cómplice que te hacen cuando nadie mira y que puede cambiarlo todo.

Un jurado que no se corta

Si hay otro detalle que no pasa desapercibido desde la perspectiva del público de la grada es las reacciones del jurado. Leire Martínez, Guille Milkyway y Abraham Mateo se unen a Cris Regatero, quien repite en su silla por segundo año, para juzgar las interpretaciones de los participantes. Y da igual lo grandes que sean las gafas del vocalista y fundador de la banda La Casa Azul, que fue profesor en OT 2017, su cuerpo no podía ocultar cuando algún concursante lo clavaba.

Las valoraciones eran necesarias para hacer la criba obligatoria de esta Gala 0, que dejó fuera del programa a Sam y Quique, quienes se fundieron en un abrazo de consolación tras salir del plató y dejar de ser enfocados por las cámaras. Pero, detrás de estos discursos de los cuatro profesionales de la industria estaba la opinión de cuatro amantes de la música que se notó que disfrutaron con la mayoría de actuaciones. No en vano, describieron su labor como «muy ingrata», pues sabían que estaban eligiendo entre lo bueno y lo menos bueno, y eso que era simplemente el estreno.

Pero, lejos de intentar poner ‘cara de Póker’ para mantener el misterio, la expresividad de todos ellos era frecuente, especialmente en el caso de Guille Milkyway: desde encoger los hombros cuando el triunfito no le estaba conquistando hasta levantar los brazos para demostrar que estaba maravillado con las capacidades vocales (Lucía Casani y Max parece que son de los que más se ganaron su favor).

No obstante, él no fue el único. «Es impresionante» se pudo leer en los labios de Abraham Mateo en alguna ocasión. Y los bailes de Leire Martínez, y del resto de sus compañeros de mesa, así como cuchicheos con cara de aprobación, hacían ver que el talento de este OT 2025 podría desbordar la Academia.

Esto se notó en la Gala 0, ya que, comparado a la emisión en Prime Video, en el plató la voz de los concursantes se oía más alta y el sonido era significativamente mejor, lo cual hizo que los allí presentes comprobáramos no solo lo bien preparados que llegan algunos de los participantes, sino, como dijo Noemí Galera al final, que «es la edición de las mujeres«.