Sus singulares gustos llevaron a Elle a producir y protagonizar como la desacreditada Gleek Michelle Carter en la serie The Girl From Plainville, debutando en Broadway junto a Sarah Paulson en Appropriate y regresando al cine el año pasado con Un completo desconocido, su primera película desde 2020 y en la que encarna a la conmovedora novia del enigmático Bob Dylan, interpretado por Timothée Chalamet. “Casi sientes que te estás volviendo a presentar al mundo”, dice doblando su pajita. “Estaba en el tráiler de Timmy, en plan: ‘Estoy nerviosa’. Y él: ‘Estoy nervioso’. Y yo: ‘Claro, eres Bob Dylan”.
Se siente más cómoda en el Chateau Marmont, la institución de Hollywood donde rodó En un rincón del corazón, su primera película con Sofia Coppola. Elle tenía 11 años en ese momento y recibió elogios por su interpretación como la hija de Stephen Dorff, una estrella de cine sin rumbo fijo.
Su película más reciente también trata sobre padres que hacen cine. En Sentimental Value, la conmovedora secuela de La peor persona del mundo, del cineasta noruego Joachim Trier, Elle da vida a una actriz estadounidense que se ve envuelta en un drama familiar cuando Gustav, interpretado por Stellan Skarsgård, la elige para hacer de su hija en una película, un papel que su hija real, Nora (Renate Reinsve), se niega a aceptar. Elle no quería que su personaje, Rachel, fuera “el cliché de la estrella de Hollywood malcriada y presumida. Quería que fuera curiosa y valiente”. El papel no supuso un gran salto para ella. “He hecho películas que no han salido como yo quería, pero siempre te das cuenta de por qué las hiciste”.
Compaginó sus obligaciones en ese proyecto con su papel en Depredador: Tierras salvajes, la siguiente entrega de la franquicia del director Dan Trachtenberg. “El guion tenía mucho corazón, lo cual es sorprendente para una película de Depredador”, afirma Elle. Y no pudo dejar pasar la oportunidad de interpretar dos papeles misteriosos: “Pude vivir la fantasía de Tú a Londres y yo a California: actuar como si fuera dos personas”.
El año que viene se estrena Margo’s Got Money Troubles, protagonizada por Elle en el papel de una joven madre con problemas económicos que abre una cuenta en OnlyFans. Ella arquea una ceja: “Como todas lo hemos pensado alguna vez”. Después llegará Los juegos del hambre: Amanecer en la cosecha, en la que Elle toma el relevo de Elizabeth Banks como Effie Trinket. “Effie es el mejor personaje, pero sí siento presión. Es como interpretar a Bob Dylan”. ¿Se animaría a dirigir alguna vez? “Puedo dirigir a Dakota”, dice Elle, recordando sus días como la segundona en los juegos de infancia. “¡Por fin, el ajuste de cuentas!”.
Antes de que nos vayamos del Chateau, menciono la teoría de Dakota de que a Elle le incomoda cuando su hermana mayor le pide ayuda. “Le gusta sacarme de quicio”, dice Elle. Aunque admite: “La primera vez que me llamó para pedirme consejo fue como si un rayo de sol se posara sobre mí… Ahora hablamos de todo. Ella sabe mis secretos y yo sé los suyos. Disfruto poder protegerla, porque ella también necesita protección”. Debajo de esa coraza, “tiene un corazón muy delicado”.
De vuelta en Casa Vega, Dakota le pide a su hermana pequeña que se acerque para poder servirle unos esquites en el plato. Entonces empieza el cotilleo de verdad. Desde hace dos años, Elle sale con Gus Wenner, presidente ejecutivo de Rolling Stone, y no le importa que todo el mundo lo sepa. “Si tu pareja no te publica en Instagram, eso es una señal de alarma. Yo adoro a mi novio, y vamos a subir fotos juntos”, me dijo el día anterior. “Estoy tan feliz. Y a Dakota le encanta. Con eso ya tengo el visto bueno definitivo”.
Elle estaba en París cuando su hermana y su novio se conocieron al coincidir por casualidad en Las Vegas. “Acabábamos de empezar a salir y yo sentía mucho cariño por él”, cuenta Elle. “Estaban en la misma fiesta después de un evento, ella se dio la vuelta y ahí estaba él. Luego pasaron toda la noche jugando en el casino. Dakota iba con todas sus amigas y me enviaron vídeos. Ella estaba bailando con Gus”. Dakota se alegró de haber hecho buenas migas con Wenner. “Pero le dije algunas palabras severas. Solo advertencias, precauciones dichas con una sonrisa… Todo salió muy bien. Es el hermano que nunca tuve”.