Luka Doncic, el jugador de Los Angeles Lakers, ha comprado la mansión de María Sharapova, la extenista rusa, en Manhattan por 25 millones de dólares, unos 21 millones de euros, según confirmaron diversos medios estadounidenses. El acuerdo cerró días después de la renovación del contrato del jugador con la franquicia estadounidense.
El terreno de la casa fue adquirido por Sharapova en 2012 por 4,1 millones de dólares, unos 3.472 millones de euros. Después derribó la vivienda existente para encargar la construcción de una casa a medida. La empresa de diseño residencial con sede en Los Ángeles KAA Design se ocupó del proyecto que terminó completándose en 2015. La extenista rusa diseñó un lugar en el que «la luz juega un papel importante en la atmósfera«, como reconoció en el vídeo de presentación de la vivienda.
Se trata de un inmueble de tres plantas en una parcela de casi un cuarto de acre, unos 1.012 metros cuadrados, en la conocida zona de Hill Section, famosa por sus vistas al océano y su oferta de viviendas de lujo en Manhattan Beach. El interior cuenta con cinco dormitorios, un vestíbulo de doble altura con paredes de hormigón visto y una escalera flotante.
Un diseño singular
En lugar de ascenso a las plantas superiores, del techo cuelga una luz «encargada específicamente para el espacio a un artista británico, Gareth», Sharapova se ocupó de localizar al artista después de ver la lámpara en un hotel. La cocina y el salón comparte el mismo espacio, con ventanales dobles que comunican con la terraza y permiten visualizar la piscina contigua a la cocina.
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En el exterior, la terraza en la que se puede disfrutar de una barbacoa y una mesa construida a medida con comedor cubierto, así como una gran chimenea con un espacio para estar reunidos. Como peculiaridad, no hay hamacas en el césped si no estructuras de camas con colchones y almohadas.
En el sótano, además de una gran sala de estar y una cocina abierta, cuenta con una bolera profesional junto a una sala de cine. Además, cuenta con un patio de estilo japonés y una fuente de agua que da la bienvenida en la entrada. En general se caracteriza por las líneas limpias, grandes ventanales y una conexión entre el interior y el exterior, donde el arte también cobra especial relevancia.
La venta por parte de la extenista se debe a su deseo de pasar más tiempo en Europa junto a su familia, el empresario británico Alexander Gilkes y su hijo pequeño, Theodore. Igualmente, la pareja tiene otra residencia en Florida. La rusa aseguró que la vivienda «es bastante minimalista en estética y todo es muy natural«.