Colón, Lume, Arenas. Tres librerías conocidas de A Coruña, emblemáticas, templos de referencia para el lector. Dos de ellas ya no existen. Desde hace un mes las tres figuran en el currículo de la librera coruñesa Begoña Varela.

Lume de A Coruña

Tras vender libros durante más de 30 años en Colón y Nova Colón hasta sus cierres (en la calle Real la primera y en Olmos y San Andrés en otras dos etapas posteriores), Varela fue contratada en Lume. En la librería de la calle Fernando Macías, que este año hubiera cumplido medio siglo, la verja se bajó para siempre en el verano de 2024.

Tras casi un año en el paro, a Begoña Varela la llamó Manuel Arenas, el veterano librero propietario de Arenas, para ofrecerle un puesto en sus tiendas de Los Cantones y la avenida de Oza. Aceptó: seguirá trabajando y viviendo entre las páginas y las historias de los libros.

«Los fondos de cada librería son distintos, pero en todas coinciden variedad de lectores, que es una de las cosas que más me gusta, hablar de libros y relacionarme con los clientes», cuenta la librera, que comenzó su nueva etapa en el sector en el que siempre ha trabajado con motivo de la última Feria del Libro en las fiestas de A Coruña.

En Arenas quedó vacante la plaza que hasta entonces ocupaba una sobrina de Manuel. «Nos dejó para terminar la carrera, así que necesitaba a alguien», explica el librero, que no dudó en elegir a la persona más adecuada.

«Begoña tiene todo a favor: años de experiencia, conocimiento del mundo del libro, clientes que la conocen. Hoy encuentras gente joven en todos los comercios, y nosotros hemos trabajado con jóvenes, pero en este caso queríamos a alguien ya cualificado al que no hubiera que formar. Pesó la experiencia, y estoy muy contento con ella», admite Arenas.

Entre Manuel y Begoña se reparten a diario el trato al público en los dos establecimientos de Arenas, en el Cantón Pequeño y en Cuatro Caminos, donde Arenas, junto a Couceiro en la ronda de Outeiro, resiste como una de las librerías más antiguas de la ciudad.

Templos de libros

Begoña Varela empezó a trabajar rodeada de libros en Colón, un punto de encuentro literario en el número 24 de la calle Real que desapareció a comienzos de 2007. Allí coincidió con Amparo Gantes, que encontró empleo en Arenas.

«Ya no recuerdo la edad que tenía cuando empecé, pero era muy joven. El cierre de Colón fue traumático. Por eso creí que necesitaba reflotarla de alguna manera», rememora.

Junto a su hermana Silvia, Begoña abrió en Olmos Nova Colón, otra librería que recuperaba el espíritu de la original; poco después cambiaron de bajo a San Andrés. Ambos proyectos no pudieron esquivar el cierre.

Pero los libros siguen los pasos de Begoña Varela (o es ella quien sigue el rastro de los libros) y Lume apareció en su camino profesional para seguir recomendando lecturas. Arenas, ahora, acoge a esta librera veterana de una ciudad lectora como A Coruña.