Esta vivienda unifamiliar en Valencia se abre a la luz como una flor gracias a un precioso patio central.

¿Quién dijo que las segundas oportunidades no son buenas —o incluso mejores—? Los propietarios de esta vivienda a las afueras de Valencia llegaron al interiorista Javier García Comeche “un poco desilusionados después de un primer intento de proyecto que no les encajó. […] Sentían que necesitaban replantear el punto de partida para que el proyecto realmente encajara con ellos. Enseguida llamé a Raúl porque pensé que haríamos un tándem genial, y le encantó la idea. Y así fue como los clientes conocieron a Viraje”, dice. A partir de entonces, todo empezó a fluir y evolucionar “de manera muy orgánica”.

El matrimonio quería una casa horizontal, que pudiera vivirse en una sola planta, de espacios abiertos y conexiones muy fluidas entre zonas: “que no se sintiera demasiado grande cuando estaban solos, y que pudiera abrirse para recibir a hijos y nietos en reuniones familiares”.

Todo en esta vivienda habla de sutilezas muy bien pensadas. La casa se vive como un recorrido tranquilo, envolvente y lleno de pequeñas revelaciones arquitectónicas solo al alcance del que mira con calma y atención.Pablo de Pastors

Un gran vacío de luz central

Todo se definió en torno a un elemento central que marca sin duda la personalidad del proyecto: un patio acristalado que organiza y conecta el resto de espacios, además de llenar la vivienda de luz. “El patio central fue concebido como un espacio más de la vivienda, no como una simple entrada de luz, por eso las dimensiones que posee permiten estar en él. Además, nos dejan divisar el cielo desde los espacios interiores, conectándonos de una forma maravillosa con el exterior y generando una sensación de amplitud visual en toda la vivienda”, explica Raúl Hinarejos, CEO de Viraje.

Cuatro volúmenes en la planta baja dan forma a la vivienda principal: garaje y zona de servicio en el primero, estudio y dormitorio de invitados en el segundo, suite principal con vestidor y baño en el tercero y salón, comedor y cocina, el corazón social de la casa, en un cuarto totalmente abierto al exterior y al porche. Una escalera oculta tras un mueble conduce a una planta superior pensada para acoger visitas familiares. “Una sorpresa positiva fue comprobar que, subiendo las escaleras al primer piso, la vista a las copas de los árboles del parque trasero era preciosa; se enmarca como un cuadro. Esto era importante para los dueños, ya que eligieron esta ubicación por este parque en concreto”, añade Hinarejos.

Entre los distintos bloques que forman la vivienda aparecen “rasgaduras” o pasajes que permiten al jardín exterior infiltrarse en la arquitectura, diluyendo así los límites entre dentro y fuera.Pablo de Pastors

“El patio central […] nos deja divisar el cielo desde los espacios interiores, conectándonos de una forma maravillosa con el exterior y generando una sensación de amplitud visual en toda la vivienda”, explica Raúl Hinarejos, CEO de Viraje.Pablo de Pastors

Piezas duraderas y hechas a medida

Para el interiorismo, Comeche buscó un equilibrio preciso entre texturas, tonos y piezas de mobiliario y que a su vez estuviera en sintonía con el lenguaje potente de la arquitectura de la casa. El secreto de que todo parece fluir naturalmente es, en realidad, una personalización al detalle: “Un día visitando showrooms se enamoraron de las sillas Wishbone de Carl Hansen & Son. Estaban convencidos de que esas eran las sillas que querían y no había marcha atrás. El problema era que, con una mesa a la altura estándar, las sillas chocaban con el canto y generaban demasiado volumen. La solución fue diseñar una mesa con unas cuñas invertidas que recogieran la misma diagonalidad de los brazos de la silla, de modo que todo encajara de manera ligera”, explica el interiorista.