Fernando Alonso tuvo que enfrentarse a una carrera complicada el pasado fin de semana en Monza. El rendimiento del AMR25 ha complicado la temporada para el piloto asturiano, pero Aston Martin ha volcado todas sus esperanzas en la próxima temporada. Tras el calvario en el Gran Premio de Italia, Fernando este fin de semana se enfrenta al Gran Premio de Azerbaiyán.
GP de Azerbaiyán 2018
El circuito de Bakú se encuentra entre las múltiples hazañas de Alonso en el ‘Gran Circo’. El fin de semana de 2018 en el trazado urbano de Bakú sacó a relucir la magia de Fernando a mandos del monoplaza de McLaren. En su última temporada pilotando el monoplaza de la fábrica británica, el asturiano protagonizó una remontada a tras conducir a dos ruedas.
Caos en la primera vuelta
Tras quedarse en la clasificación fuera de la Q3, Alonso empezó la carrera dominical decidido a recuperar posiciones. El piloto español se encontró en la primera vuelta con Sergey Sirotkin (Williams), quién le golpeó la parte derecha del monoplaza intentando evitar el choque con Nico Hulkenberg (Renault). Aquel incidente dejó dañadas las dos ruedas derechas y provocó que el alerón delantero quedara prácticamente destrozado. Alonso tuvo que cerrar el primer giro con el suelo de su coche rozando por el trazado.
El cambio en el box
Mientras el coche de seguridad frenaba la acción en la pista, Fernando llegó al box de McLaren para recuperar los daños que había sufrido el monoplaza. Tras volver al trazado, el equipo informó que el coche había sufrido daños en la carga aerodinámica, pero Alonso se mantuvo en la competición. A partir de ese momento empezó la remontada para el ’14’.
La magia de Alonso
Entrar en la zona de puntos empezó a ser prácticamente imposible para Fernando, pero el accidente entre los dos pilotos de Red Bull le devolvió las esperanzas. Alonso adelantó a Lance Stroll y consiguió otra posición tras el abandono de Valtteri Bottas. Tras el calvario, Alonso acabó en la 7ª posición en el trazado de Azerbaiyán.