Daniella Bejarano

17/09/2025


Actualizado a las 11:22h.

En julio de 2024, la familia Goyanes vivió un golpe devastador: la muerte de Carlos Goyanes y, apenas diecinueve días después, la de su hija mayor, Caritina. Dos pérdidas imposibles de asimilar en tan corto tiempo que dejaron huella imborrable en quienes los amaban. Doce meses después, cuando parecía que el dolor iba encontrando un cauce, Carla Goyanes, hija y hermana respectivamente de los fallecidos, ha tenido que hacer frente a un contratiempo inesperado: una intervención quirúrgica que la ha obligado a frenar su ritmo de vida.

«Me tenían que quitar una cosita que parecía poca cosa y al final fue un poco más de lo esperado. Nada grave», explicaba con naturalidad frente a las cámaras de ‘Europa Press’. La operación en el pie, ha resultado más complicada de lo previsto y la empresaria se muestra ahora recuperándose con paciencia, aunque siempre con la energía que caracteriza a quien ha sabido sostener a toda una familia en su peor momento.

El pasado15 de septiembre, la hija de Cari Lapique reaparecía en un eventos en el Museo Thyssen-Bornemisza, donde no solo habló sobre su dolor físico, sino también sobre el emocional y el papel que ha tomado la terapia en su vida. «Al principio sí, porque nos recomendaron ir y demás, y sí que es verdad que creo que yo he sido la única que he ido. Soy muy obediente, y la verdad es que sí, muy bien», reveló.

Lejos de rendirse, Carla encuentra en sus hijos la fuerza para mirar hacia adelante: «Cuando te pasan estas cosas, es un proceso, pero llega un punto en que te hundes o tiras para adelante. Hay muchas cosas bonitas por las que luchar, hay unos niños maravillosos que no se merecen ni que su madre ni que su tía se vengan abajo, o sea que hay que ir arriba totalmente», decía con la firmeza que la ha convertido en un ejemplo dentro del clan familiar.

La empresaria no ha dejado de rendir tributo a sus seres queridos. En el primer aniversario de la muerte de su padre, organizó un torneo de pádel en su memoria: «Hace ahora mismo un año que nos dejaste, pero yo no quiero que nadie te olvide, así que he creado este Memorial de Pádel con tu nombre», compartía con emoción en Instagram, mostrando que los recuerdos también pueden transformarse en homenajes que permanecen vivos.

El catering que dirigía Caritina continúa bajo la gestión de su viudo, Antonio Matos, y Carla no ha dudado en elogiar su esfuerzo: «Mi cuñado lo está haciendo fenomenal con el catering. Ahora han participado en la vuelta ciclista y, para el verano que viene, tienen como récord de bodas».

Con estas palabras, Carla demuestra que, incluso en medio del dolor y la adversidad, la vida continúa. Su capacidad para sobreponerse a la pérdida, cuidar de los suyos y retomar sus compromisos profesionales confirma que el apellido Goyanes, pese a las ausencias, sigue escribiendo páginas de fortaleza y unión.

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