En un año difícil para el sector editorial, la empresa Mercado Libre (ML) informó un aumento en las ventas de libros de un 41% respecto de 2024, que será recordado como uno de los peores de la década para el mercado editorial. “Se destacó en el mes de marzo, con la vuelta al colegio. Y hubo un boom de ventas de El Eternauta, con el lanzamiento de la serie de Netflix”, confirmaron desde la empresa a LA NACION. Sin embargo, la comercialización de libros representa aproximadamente el 1% de la facturación total de ML.

Año a año, librerías y editoriales aumentan sus ventas a través de ML, pero el margen de ganancia disminuye. “Mercado Libre se transformó en una referencia ineludible a la hora de comprar: se venden más celulares, más sillas, más mesas y también más libros -dice el editor Juan Manuel Pampín, presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL)-. Nosotros seguimos defendiendo el canal tradicional de venta, que son las librerías, y logramos que Mercado Libre respete la ley 25.542 de defensa de la actividad librera que establece que todos los libros, en cualquier lugar del país, deben venderse al mismo precio”.

Para los libreros, las condiciones impuestas por la empresa son “leoninas”: además de una comisión que va del 13,5 al 18% sobre el precio de venta al público, la empresa obliga a las librerías a pagar el costo del envío (si el comprador no retira el ejemplar de la librería), un cargo que ronda el 5 %. Sumados ambos, el porcentaje con el que se queda ML es del 23% del precio de venta. Esto disminuye notablemente el margen de ganancia de los libreros, que se ubica entre el 35 y el 45%.

En el caso concreto de la venta por ML de un ejemplar de la novela Los llanos (Anagrama), de Federico Falco, que cuesta $ 33.400, una librería debió abonar una comisión de $ 4509 y gastos de envío (gratis para el comprador) de $ 5736, además de $ 200 de impuestos. De la transacción, el librero obtuvo $ 22.954.

Una causa del aumento de ventas de Mercado Libre es que las librerías pequeñas o de las provincias no tienen todos los libros de todas las editoriales que quisieran, lo que lleva al cliente a buscarlo en la plataforma -dice Axel De Lisa, gerente comercial de la cadena Estación Libro-. Además de las comisiones de ML, los libreros tenemos el problema de los costos de los medios de pago, que mayormente son electrónicos, y el IVA que todavía pagan las librerías. Y si adherimos a un tipo de promoción que implica algún reintegro o cuota con los bancos, el panorama es terrible. Encima ahora ML sacó un abono para el cliente, con descuentos en envíos, que traslada el costo de la logística a las librerías”.

Ecequiel Leder Kremer, de librería Hernández, confirma la mayor participación de ML en las ventas de libros. “Pero esto no ha expandido el mercado; Mercado Libre ha ido adueñándose de una parte cada vez mayor -señala-. En 2022, era un 36%; en 2023, un 38%; en 2024, un 44% y ahora más del 50%. Pero la venta no creció; solo se recuperó un 14% de la caída de 2024 que fue un año muy malo”.

Aquello que en la pandemia se consideraba un “socio estratégico” del sector editorial hoy se ha vuelto un competidor con poder para fijar las reglas de juego.

Vender por ML no es negocio, pero al mismo tiempo no te podés bajar de ahí -concluye-. La empresa hizo un gran aporte a nivel logístico y llega a localidades donde no hay librerías, y le ha dado al comprador cierto poder. Estamos ante una empresa que a veces tiene acciones de carácter depredatorio, muy bien organizada y con mucha tecnología, y en la que algunas editoriales venden con condiciones que las librerías no podemos empatar”.

El caso de Buscalibre

La librería online Buscalibre comunicó un aumento del 30% en la venta de libros, en comparación con 2024; los títulos más vendidos fueron de ficción, infantiles y juveniles, novelas gráficas y cómics y vinculados con salud y desarrollo personal. Las regiones más compradoras fueron la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Río Negro (en ese orden).

Desde la librería online atribuyeron el crecimiento a la apertura de importaciones de libros impulsada por el Gobierno. “Al operar en varios países, tenemos un catálogo de libros del exterior muy grande, y la desregulación hizo que podamos hacer mucha fuerza con esos libros; eso nos trajo un crecimiento en volumen tanto en los libros de afuera y además en los libros nacionales porque ese crecimiento se trasladó a todo tipo de libros”, dice a LA NACION Tomás Meabe, country manager de Buscalibre Argentina.