La vida de Chris Duarte (Puerto Plata, República Dominicana, 1997) ha sido una montaña rusa en los últimos meses. Ha pasado de estar jugando en … Puerto Rico, a fichar por el Unicaja y ahora estar en la otra punta del mundo para disputar la Copa Intercontinental en Singapur. El fichaje estrella del Unicaja concede a SUR la primera entrevista desde su llegada al club cajista a las puertas de un torneo que puede dar a su club un nuevo título. El dominicano se abre para hablar de su familia, su fe cristiana, los motivos de su fichaje y sus aspiraciones en Málaga.
-Lleva unas semanas en su nueva casa. ¿Cómo está siendo el choque cultural con el estilo de vida de Europa en su primera experiencia fuera de América?
-Me he sentido súper bien con el gran recibimiento que tuve por parte del club y la afición hacia mí y mi familia, también con los dos partidos que hemos jugado hasta el momento y los entrenamientos. Todo va de maravilla y estoy contento con la oportunidad que tengo con el Unicaja en Málaga
Juan Calderón y Daniel González
-¿Cuándo decidió que era el momento de dejar el ‘entorno de la NBA’ y cruzar el Atlántico para jugar en Europa?
-Cuando tienes familia ya no depende de ti, depende de ellos. Ellos son la prioridad para mí. La razón por la que he decidido venir a Málaga es por una cuestión de estabilidad y por una vida más tranquila y segura.
-Antes de venir a Málaga tuvo distintos ofrecimientos, también del Real Madrid. ¿Por qué eligió el Unicaja?
-Tuve muchas opciones, no sólo la del Madrid. Tuve opciones de equipos de la Euroliga, de la Liga ACB, también de la NBA… de todos lados. Gracias a Dios he tomado la mejor decisión, que era la de venir a Málaga.
-Repite constantemente la palabra familia. Sin duda es el pilar de su vida. Se ha tatuado los rostros de sus hijos.
-Yo le suelo decir a mi esposa que mi papá murió cuando yo era todavía un niño, recién nacido. Nunca sentí esa presencia de mi padre biológico y creo que hoy en día eso es lo que me hace ser el padre que soy. Soy un padre que siempre quiere estar presente para mis hijos y mi familia. Quiero enseñarles las cosas que algún día a mí me faltaron. Es algo íntimo, por eso soy el hombre y el padre que soy. Ellos lo son todo para mí. Me los he tatuado, pero me falta el tercero y me lo tengo que hacer porque estoy seguro que me lo va a pedir (risas).
FIBA
-Hace poco conocimos el problema de salud que sufre su mujer, que padece un cáncer. ¿Cómo está y cómo están tratando el asunto en la familia?
-Fue difícil. Fueron unos momentos difíciles, porque en su familia han sufrido mucho con esa enfermedad. Al escuchar esa palabra una vez más la verdad es que nos dio duro. Gracias a Dios y a la unión familiar, hemos sacado fuerzas. El club nos apoyó y nos ayudó a buscar una solución.
-Volviendo al baloncesto. Estamos en la otra punta del mundo para disputar la Copa Intercontinental. ¡Quién se lo iba a decir cuando hace unos meses estaba usted en Puerto Rico! Menudo choque cultural.
-Es una experiencia bonita ver este lado del mundo. Es algo especial. No todo el mundo tiene la oportunidad de venir y viajar por alrededor del mundo y conocer distintas culturas. Créame que lo estoy disfrutando al máximo. Cada cultura es diferente, aprendes mucho y te llevas cosas nuevas para casa. Por ejemplo, la comida es muy diferente a por allá, por América. Es algo que puede comparar. Saber dónde se come mejor, dónde se vive mejor, la seguridad… Un día te puedes sentar a decidir dónde se vive mejor. Es una aventura y una bendición tener esta oportunidad.
-Su llegada a Málaga ha generado una ola de ilusión en la afición del Unicaja. ¿Siente presión por responder a esas expectativas que se han creado?
-Me siento capacitado. Trabajo duro para estos momentos. Estoy preparado. El resultado será el que sea, pero algo a la cancha a dar el máximo. Estoy agradecido por la oportunidad que tengo y el compromiso que tengo, que es grande. Hay expectativas, lo entiendo, pero al final del día trato de no presionarme. Llevo muchos años jugando al baloncesto, pero créame que estoy más emocionado que presionado. Estoy contento.
-La familia, el baloncesto y la religión son los pilares de su vida. ¿De dónde le viene esa fe cristina?
-Es algo que viene de familia y de la cultura. En la República Dominicana somos muy creyentes en Dios. Todo lo agarramos de él. Sabemos que sin él nada de esto es posible. Somos gente de mucha fe. Nosotros hasta para mover un plato le pedimos a Dios que nos ayude a hacer ese trabajo. Es algo que viene de la cultura de mi familia, de mi abuela, de mi madre, de mis tíos… Nosotros en algún momento vamos a la iglesia, oramos, le pedimos a Dios y buscamos esa cercanía hacia él.
-Antes la música en el vestuario la ponía Kameron Taylor, así que hace falta un Dj nuevo…
-(Risas) Creo que los muchachos hacen un buen trabajo con la música. Hay veces que pondré algo para sentirme un poco mejor si lo necesito. Alberto hace un buen trabajo con la música, me gusta la que pone, también Kendrick. El vestuario está bien con la música que tenemos.