El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha calificado este miércoles a la Franja de Gaza como «una mina de oro inmobiliaria» y que el Gobierno de Benjamin Netanyahu se encuentra negociando con Estados Unidos cómo dividirse ese territorio.

En una conferencia inmobiliaria en Tel Aviv, el titular de Finanzas -uno de los dos ministros ultra de Netanyahu junto al de Seguridad Nacional, Ben-Gvir- ha declarado que Israel ha «invertido mucho dinero en esta guerra«: «Tenemos que ver cómo dividimos el terreno en porcentajes”.

Smotrich aseguró que Israel ya ha llevado a cabo “la demolición» de Ciudad de Gaza, la que calificó como «la primera etapa de la renovación» de la urbe. «Ahora solo falta construir”, ha añadido.

Israel inicia su ofensiva final sobre Ciudad de Gaza.

La idea de hacer de la Franja de Gaza un negocio inmobiliario no es nueva. El propio Trump ha fantaseado en numerosas ocasiones con convertir la Franja en una «Riviera de Oriente Próximo» controlada por Estados Unidos. Un plan que, de llevarse a cabo, forzaría a gran parte de la población palestina a tener que marcharse cuando finalice la guerra.

De hecho, a principios de septiembre The Washington Post desveló un documento interno de la Administración Trump sobre la reconstrucción de Gaza. La propuesta busca transformar el enclave devastado en un centro turístico y tecnológico bajo un sistema de fideicomiso internacional liderado por Estados Unidos.

El proyecto del Gobierno de Trump contempla la recolocación “voluntaria” de hasta una cuarta parte de la población gazatí, a quienes se ofrecería un paquete de 5.000 dólares, un año de comida subvencionada y cuatro de alquiler con ayudas decrecientes. Según el plan, el 75% de quienes acepten abandonar el territorio no regresaría.

Los planes de Trump han sido rechazados por los palestinos, el mundo árabe y gran parte de la comunidad internacional. Incluso el propio Netanyahu ha asegurado que Israel no tiene planes de reasentar la Franja, pero los ministros de extrema derecha de su Gobierno, incluido Smotrich, están impulsando planes para que sea un negocio inmobiliario.

Por otro lado, Smotrich ha rechazado la declaración de Netanyahu del lunes de que Israel enfrentaba un aislamiento cada vez mayor y podría verse obligado a convertirse en una economía autosuficiente con “características autárquicas” al estilo de “Esparta”.

“No estoy de acuerdo con las palabras del primer ministro y realmente no me gustó la comparación con Esparta”, ha señalado.

La declaración de Netanyahu provocó fuertes críticas también entre la oposición y los empresarios y provocó una caída en el valor de las acciones en la Bolsa de Valores de Tel Aviv.

El primer ministro trató de matizar sus palabras el martes y defendió que tenía “plena confianza” en la economía israelí.