La cadena ABC, propiedad de Disney, anunció este miércoles que suspende “indefinidamente” su late night, el programa de Jimmy Kimmel, tres días después de que este hiciera un comentario sobre el asesinato del líder juvenil trumpista Charlie Kirk. En concreto, sobre la identidad, desvelada este viernes pasado, del presunto asesino, un joven de 22 años llamado Tyler Robinson, proveniente de una familia mormona, de un hogar republicano, amante de las armas y la caza, y de que este fuera un simpatizante del presidente Donald Trump.
“Hemos tocado fondo durante el fin de semana con la pandilla MAGA [de las siglas Make America Great Again, volvamos a hacer grande a EE UU] intentando caracterizar a este chico que mató a Charlie Kirk como algo distinto a uno de ellos y saca partido político de ello”, dijo Kimmel en el comentario de la polémica. El anuncio de ABC llega después de que después de que Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), criticase duramente los comentarios de Kimmel en un pódcast el miércoles por la mañana. Carr pidió el despido del cómico. Y añadió: “Podemos hacer por las buenas o por las malas”.
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Su jefe, el presidente Donald Trump, que está de visita de Estado en el Reino Unido, celebró la noticia con un mensaje en su red social, Truth: “Buenas noticias para [el país]: El programa de Jimmy Kimmel, que ha tenido problemas de audiencia, ha sido cancelado”, escribió Trump. “Felicitaciones a ABC por finalmente tener el coraje de hacer lo que se debía hacer. Kimmel no tiene ni un ápice de talento y tiene peores índices de audiencia que incluso Colbert, si cabe. Eso deja a Jimmy y Seth, dos completos perdedores, en NBC Noticias Falsas. Sus índices de audiencia también son pésimos. ¡Háganlo, NBC!“.
Además, Nexstar, que es propietaria de cerca del 70% de las emisoras locales en Estados Unidos, anunció poco antes del anuncio de ABC que dejaría de emitir el programa. “Nexstar se opone firmemente a los recientes comentarios de Kimmel sobre el asesinato de Charlie Kirk y reemplazará el programa con otra programación en sus mercados afiliados a ABC”, declaró la compañía. Pocos minutos después, llegó la cancelación de ABC.
La cancelación del programa nocturno de Kimmel llega después del anuncio a mediados de julio de que el de Stephen Colbert, en la cadena CBS, terminará al final de esta temporada, pese a sus buenas audiencias. La cadena justificó la salida de Colbert, incómodo para el trumpismo, por motivos económicos. En un primero momento, no estuvo claro si la suspensión de Kimmel es inmediata. Este miércoles, el programa contaba con la actriz y escritora Wanda Sykes, así como con el exmonje y divulgador Jay Shetty.
El presentador neoyorquino de 57 años lleva más de 20 al frente de la franja nocturna de la cadena ABC. Debutó en enero de 2003, y por entonces competía con otra media docena de prestigiosos locutores televisivos. Por su programa, que se rueda en el corazón de Hollywood, en pleno Paseo de la Fama (alrededor de las tres de la tarde, por tanto, se emite en diferido), han pasado todas las estrellas imaginables; este mismo mes de septiembre han estado en su plató actores como Rob Lowe, Bryan Cranston, Mark Hamill, Regina King o Sean Penn. En enero de 2007 entrevistó a Donald Trump, entonces popular presentador televisivo. “Qué idiota tan guapo era”, decía de sí mismo hace unos meses, al recordar la charla. Por su parte, Trump alababa sus buenas audiencias: “Lo estás haciendo bien”.
Pero ya hace años que Kimmel es incómodo con el trumpismo, al igual que ABC, y en general que los medios de comunicación libres en su totalidad. La cadena pagó antes de verano una indemnización de 15 millones de dólares al presidente de Estados Unidos —un dinero que irá destinado a la fundación que construirá su biblioteca presidencial— para no tener que acudir a los tribunales tras una demanda de Trump a la televisión y a uno de sus presentadores estrella, George Stephanopoulos.
Stephanopoulos estaba hablando del caso de abuso sexual y difamación por el que Trump fue condenado a pagar cinco millones de dólares a la escritora E. Jean Carroll, cuando dijo que este violó a la antigua columnista de la revista Elle. El jurado encargado del caso halló al entonces expresidente responsable de abuso sexual, no de violación.
Este martes, Trump respondió a la pregunta de uno de los periodistas más famosos de ABC News, Jonathan Karl, autor de un par de libros sobre el presidente. Karl preguntó si este apoyaba la idea defendida por la fiscal general Pam Bondi horas antes —y a la luz del asesinato de Charlie Kirk y de quienes lo han celebrado o disculpado en las redes sociales— de que la Administración debería perseguir considerar que el “discurso de odio” no está amparado por la libertad de expresión, derecho sacrosanto en el sistema estadounidense, donde están permitidas las manifestaciones nazis o del Ku Klux Klan. Trump le dijo a Karl: “Tal vez deberíamos perseguirte a ti, que siempre estás diciendo cosas tan malas sobre mí”.
Además, Trump también ha obtenido 16 millones de CBS, también destinados a la futura biblioteca. El presidente de Estados Unidos se querelló el pasado otoño contra el programa informativo 60 Minutes, al que acusó de la edición de una entrevista con Kamala Harris, su adversaria, a quien, según el entonces candidato, el programa benefició en los últimos compases de la campaña. Pedía nada menos que 20.000 millones de dólares, aprovechando también una cuestión delicada: que Paramount, matriz de CBS, necesitaba la aprobación federal para conseguir fusionarse con el grupo audiovisual Skydance. Paramount, con unas deudas de 400 millones de dólares, afirma que el motivo de la despedida de Colbert es, de hecho, económico, por sus bajos índices de audiencia (3,4 millones, y cayendo) tras una década en antena.
Por su parte, Kimmel ha tenido un discurso claramente en contra del presidente Trump durante los últimos años. Tanto es así que ha llegado a obtener la nacionalidad italiana, como dio a conocer hace apenas un mes. “Lo que está pasando es tan malo como uno se imaginaba. Es mucho peor, es simplemente increíble. Siento que probablemente sea incluso peor de lo que él hubiera deseado”, comentó el presentador, nacido y criado en Nueva York, en un pódcast. Kimmel ha logrado el pasaporte gracias a que su abuela era italiana, nacida en Isquia, frente a Nápoles.
Cuando en julio se conoció que Colbert —que el pasado domingo ganó su primer premio Emmy gracias a su programa— sería fulminado por CBS, el presidente Trump se congratuló, y dejó caer que quería que tanto Jimmy Fallon como Jimmy Kimmel fueran los siguientes. “Me gusta muchísimo que lo despidan”, afirmó. “Su talento era aún menor que su audiencia. Creo que el siguiente es Jimmy Kimmel. ¡Es aún menos talentoso que Colbert! Greg Gutfeld [de Fox News] es mejor que los tres juntos, y ahí incluyo al Imbécil [sic] de la NBC que ha arruinado el en otro tiempo gran Tonight Show“, comentó en referencia a Fallon.