Diego López (Estepona, 2008) quiere ser ciclista profesional. Lo sabe desde que veía a través de la televisión a Alberto Contador, dos Tour de … Francia, otros dos Giro de Italia y tres Vuelta a España. O a Julian Alaphilippe, correcaminos de las carreteras, dos veces maillot arcoíris, vencedor en muchas clásicas y devorador de etapas en las grandes vueltas. Así que este malagueño de 17 años se lio la manta a la cabeza el pasado verano para poner 1.000 kilómetros de distancia con su casa con la intención de cumplir su sueño sin más promesa por delante que la de recalar en un equipo, el Sidra Menéndez Las Mestas, de donde salieron figuras como Chechu Rubiera, Carlos Barredo e Iván García Cortina. «Vine a probar en el mes de agosto, sin la obligación de los estudios. Me gustó tanto que decidí seguir», explica el joven corredor, que se ha colocado en el radar del Soudal Quick Step, con quien tiene un acuerdo para competir en 2027, cuando ya abandone la categoría juvenil. «No todo el mundo puede decir que un equipo tan grande se ha fijado en ti», reconoce.
Las ideas de este joven ciclista están muy claras. Con los estudios en un primer plano, cursa segundo de Bachiller en el IES El Piles, el planteamiento es progresar en su camino hacia el ciclismo profesional. Por ahora, ya está completando el último tramo de temporada con el equipo junior del Soudal Quick Step, un planteamiento que se repetirá en la próxima campaña. El resto del tiempo de competición lo desarrollará en el Sidra Menéndez Las Mestas. «Buscaba un equipo del norte, esta zona es la cuna del ciclismo. Me hablaron muy bien de este club, tenía un buen calendario y no había una gran exigencia de resultados. Probé y desde el primer momento fue como una familia».
Juvenil de primer año, aún no puede integrarse en un equipo profesional, un paso que dará en 2027, cuando se unirá a las filas del filial de Soudal Quick Step, que corre en la categoría Pro Tour, la ‘segunda’ del ciclismo internacional. «Me espera un año muy bonito. El pasado me sirvió para aprender a desenvolverme, a vivir solo y llevar los estudios. Ahora tengo todo más estabilizado: la casa, los estudios y los entrenamientos».
Motivación y ganas de salir adelante no le faltan al joven esteponero. Luismi Granado es el director de la escuela Sidra Menéndez Las Mestas y conoce bien el perfil del deportista. «Quiere ser ciclista. Sin ser supermetódico como un profesional, no dejan de ser nenos, sí que es verdad que hay que bajarle un poco y obligarle a desconectar. Tiene muy claro lo que hace. Hay que estar encima de él para que esté más relajado».
La presente campaña comenzó bien para Diego López. Venía de correr en su tierra sin grandes resultados, pero su participación en la Challenge de las comarcas Béjar y Guijuelo acabó en éxito. Sin llevarse ninguna etapa, sí que logró hacerse con la general para acabar entre los mejores a la semana siguiente en Ponferrada. «Es un corredor que no bajaba de los diez mejores, a no ser que hubiera un contratiempo».
Con su formación aún en proceso, es pronto para definir a Diego López. Lo que es ya notorio es que se trata de un corredor «rápido y completo», capaz de batir a sus rivales en llegadas con pocos integrantes. «De momento, lo que peor se le dan son las subidas largas, las que pasan de veinte minutos o media hora. Es algo que trabajaremos a lo largo del próximo año». Antes de que finalice la presente temporada, Diego López viajará a Bélgica para competir con el equipo junior del Soudal Quick Step en dos carreras. Un hito más en su intento de emular a Alberto Contador y Julian Alaphilippe y ser él quien inspire a los jóvenes con sus gestas a través de la televisión.