Jesús Martínez Barrios (Aranda de Duero, 1985), descuenta las horas para realizar un gesto-gesta en la plaza de la ciudad referente en la comarca que, desde hace casi dos décadas lo ve crecer personal y profesionalmente. Morenito de Aranda en los carteles, se anuncia ante seis toros de Peñajara para poner la guinda a los primeros veinte años de carrera como matador de toros. Una carrera prolífica, marcada por el gusto y la capacidad, con momentos de altibajos, y que parece haber encontrado la vía de la regularidad en los últimos tiempos. 

Ahora, maduro, sereno y hecho, capaz y en ocasiones titánico, tiene claro que si volviera a nacer «volvería a intentar ser torero». Por ello las celebraciones se subrayan con citas que aúnan buen toreo, capacidad, y ganadería con muchos matices. 

De cara a esta cita, atiende en exclusiva a La Tribuna,  en el campo, ese laboratorio donde se realizan las pruebas de lo que se pretende plasmar en la plaza. Antonio Rubio, empresario de Talavera, y ganadero de Peñajara, nos abre las puertas de su casa para conocer de primera mano las sensaciones del torero y las embestidas de la casta jijona. 

Paladea las palabras, como lo hace con las embestidas. Cuando permiten abandono lo hace, cuando no, se faja con las acometidas de las vacas que ponen a prueba y confirman el momento que atraviesa.

20 de septiembre, Morenito se encierra con seis toros en solitario. ¿Qué supone? 

Es un día importantísimo. Yo creo que en un año tan especial como este 2025, en el que se cumplen 20 años de mi alternativa, y en el que ya se hizo algo muy especial en Francia, que es el país en el que ha hecho que en esta nueva etapa mi nombre esté en un nivel importante, va a ser un broche de oro. Lo que pasó en Vic-Fezensac en junio, fue una fecha histórica, que se viene a completar con la cita de este sábado en Talavera. 

Hablar de estoquear seis toros, son palabras mayores, ¿cómo se fragua la encerrona?

La verdad que es que un día recibí la llamada de Antonio (Rubio) proponiéndome que por qué no hacía algo especial en España. Y bueno, se quedó un poco ahí.  A los pocos días me dijo que si le había dado una vuelta, y que si lo había pensado. 

Yo simplemente le dije que sería bonito, pero que no sabía dónde; y me respondió: «yo sé el sitio». 

Él sabe que Talavera de la Reina para mí era un sitio muy especial. Yo no soy de pedir. Él es amigo mío de hace tiempo, pero yo nunca ni he pedido nada, ni le he dicho de torear en sus plazas. Ahí fue cuando me dijo que tenía la ilusión de que me encerrara con seis toros el 20 de septiembre en La Caprichosa y la única condición que le puse fue que la corrida tenía que ser suya. Conozco la historia de Peñajara, y desde que se hizo propietario de la plaza y empresario, no había lidiado una corrida de toros en Talavera, y a mí me apetecía que coincidieran en esa fecha tantas emociones. 

Hablas de lo especial que es Talavera y su comarca para ti. ¿Qué supone que sea en esta plaza?

Yo soy arandino, por supuesto, y burgalés. Y así lo llevo en mi nombre artístico desde hace muchos años. Pero sí que es verdad que el dicho de que «el buey no es donde nace, sino donde pace», pues cobra mucha razón

Llevo entorno a 15 años ya viviendo por estos lares y me han acogido como uno más. Me siento como uno más, me siento de esta tierra. Tengo muchísimos amigos y mucha gente que me sigue, que me quiere. Y bueno, pues Talavera es como mi casa.

En general toda la comarca de Talavera, Oropesa, Navalcán, Candeleda… aunque, Candeleda ya es Castilla y León, pero muy cerca de esta tierra. En esos pueblos es donde me muevo, donde vivo y donde tengo muchos amigos. 

La verdad que me ha impactado mucho de cómo ha caído la noticia. Cuando se anunció lo de los seis toros, todo el mundo se volcó y está siendo muy especial. 

Otro de los factores clave para esta cita, es la ganadería, ¿por qué Peñajara? 

Es una ganadería muy especial para mí. Desde que llevo aquí, quizá a los dos o tres años de estar viviendo por aquí ya, hice mucha vista con Antonio y bueno, pues prácticamente la mayoría de los tentaderos los hago yo.

Luego, en pandemia, desgraciadamente se tenían que aprovechar los toros y se aprovechaban a puerta cerrada, por lo que fueron dos años en los que maté muchos toros de Peñajara en el campo.

Además he tenido recientemente triunfos muy importantes con esta ganadería en plazas como Añover de Tajo, que fue una tarde muy importante, o en El Espinar.

Podríamos definirlo como que tenemos una comunión muy bonita de una ganadería. Se reúne todo. Yo creo que estas cosas, una tarde de seis toros para un torero, tiene que tener un sentido especial. Y esta lo tiene por muchos motivos y por muchas emociones. 

Si la tuvieras que definir, ¿cómo es esta ganadería?

Es un toro diferente. Es un toro que desde primera hora, desde la mirada ya es diferente. Es un toro fino, un toro… muy agresivo de mirada, muy vivo,  con un pelaje muy variado, muy singular.

Luego en su comportamiento es un toro que es exigente, y aunque muchos se entregan, es un toro muy despierto, un toro con el que hay que estar muy concentrado con él para adivinar lo que te va mostrando en cada momento. Es un toro que no es fácil.

Siempre se suele tirar del tópico de decir que, ante este tipo de citas que el torero está ante el mejor momento de su carrera. En tu caso, son 20 años de alternativa, quizá y eso te brinda una perspectiva de poder mirar para atrás y ver cómo ha evolucionado este torero.

Siempre lo decimos. Cuando llega un día importante o llegan entrevistas, solemos decir que es nuestro mejor momento.

Yo creo que es mejor echar la vista atrás de la temporada, y saber lo que has hecho bien y lo que has hecho mal. Me siento muy orgulloso de lo que llevo haciendo estos últimos años porque, lo más importante, es la ilusión y con 20 años de alternativa tener la ilusión de competir, de tener la ambición de estar en un nivel importante en el toreo, es fundamental, y ahí están los datos.

Si hablamos de esta temporada, ahí está Madrid, ahí está Vic-Fezensac, Dax, Mont-de-Marsan, Bayona, luego actuaciones Burgos, actuaciones que he tenido en España… por lo que creo que está siendo una temporada muy importante, condicionada en ciertos momentos por la espada, pero creo que sí puedo decir que es un momento importante de mi carrera. 

Matar seis toros es una responsabilidad muy grande. Vienes de hacerlo hace relativamente poco en Vic-Fezensac. ¿Cómo se afronta y cómo se vuelve a mentalizar uno para volver a hacerlo? 

Pues me fue una tarde muy importante una plaza de primera de Francia donde sale todo muy serio, donde el aficionado que va es un aficionado muy exigente, muy torista; y yo creo que desde el principio hasta el final tuve una entrega sin límites. 

Creo que además le di respeto a esa afición que iba a ver ese tipo de espectáculo del toro. Creo que con cada toro supe ver las condiciones que tenía e imponerme al toro difícil, y explayarme con el toro importante. Creo que la gente también me transmitió mucha entrega. Eso es motivo para mí también de satisfacción, de orgullo, porque el sentir que la afición te ve con una mirada de respeto y de buen gusto para mí es primordial y es lo que he luchado; por lo que he luchado durante mucho tiempo. Esta corrida es similar en muchas cosas… y diferente en otras.

Similar en que es una corrida de toros de un tono torista en una plaza que es una joya. Cambia mucho el carácter también del aficionado porque es más variado. Vendrá mucha gente a ver el toro, pero también va a venir mucha gente a ver torear bien. Y creo que no es discordante. Además creo que es un punto de equilibrio en el que todos los factores, la plaza, la gente, la corrida y el torero, creo que se dan para que eso pueda fluir con buen aire.

¿Cuando sueñas la tarde en tu cabeza, ¿qué visualizas para cuando llegues al hotel después de torear?

Lo que deseo es, por supuesto, triunfar de una forma rotunda. Pero también mostrarme desde el primer momento hasta el último con mucha entrega y con mucha claridad de ideas para ir evolucionando en lo que vaya mostrando los toros y la tarde. Sobre todo, entrega con mucha frescura para que cuando mate el último toro, pues que la gente tenga en su memoria para toda la vida y, principalmente yo también, esa tarde como algo icónico. 

Las cuadrillas también es algo importante, son los que te van a acompañar. Supongo que habrá una mezcla entre los habituales y gente de tu máxima confianza. 

Sí, va a ser gente muy relacionada con lo que está siendo esta etapa. Van a venir nombres de mucha categoría, de mucha altura. 

Entre ellos, estarán toreros de plata de Talavera como como Sergio Blasco y Fernando Sánchez. Por supuesto mi cuadrilla habitual como es José Luis Triviño, Iván García y Pascual Mellinas y los picadores Manolo Sayago y Héctor Piña, luego un guiño a Francia con toreros como Mathieu Guillon… un poco dando sentido a lo que está siendo mi  presente.

Quizá la primera impresión de los aficionados será el vestido. No sé si tienes pensado algún vestido especial, alguno de estreno, quizá usar algún vestido con algún significado especial… 

Sí, va a ser un vestido muy especial. Haciendo también homenaje a esta ciudad, si te soy sincero, a estas alturas (a fecha de la entrevista, domingo 14 de septiembre), no sé nada de él, porque lo están haciendo a escondidas mías. Lo está confeccionando el sastre Pedro Escolar junto con mi mujer. Yo lo único que les dije que quería estrenar un vestido, y que quería hacer un homenaje a Talavera de la Reina. Hasta la prueba no lo veré. Sé que va a ser algo muy especial y muy bonito. Me hace mucha ilusión también. Cierras el círculo, por decirlo de alguna manera, 20 años de alternativa, Talavera y un gesto a la ciudad y a la afición.

Si le tuvieras que decir ahora a este morenito de Aranda de 2025, a ese niño que empezaba a querer ser torero, ¿qué le dirías o qué consejo le darías? 

Pues mira… Yo me siento muy orgulloso de lo que soy, de lo que he hecho como torero. En muchos momentos a lo mejor gente de mi entorno me dice que si hubieras hecho esto, si hubieras hecho lo otro… 

He cometido muchos errores. Míos como torero y luego en dirigir mi carrera. Pero de todos ellos he aprendido. No me arrepiento de nada, de nada, de nada. Estoy súper orgulloso de lo que he hecho. Y también lo que te digo, de los errores que he cometido, he aprendido mucho y me han servido para ser lo que soy ahora.

Con 20 años de alternativa, sobre todo tener la ilusión que tengo, que es casi mayor a la que empezaba, a la que tenía cuando empezaba a querer ser torero.

Pero lo que sí le diría a ese chaval que empezaba, que lo tenía ya, es el amor, la devoción, el darlo todo por lo que quiere ser. Ese niño me respondería seguro, porque es que lo he tenido muy presente.

Lo he dado todo por el toreo, y es de las cosas que más orgulloso estoy. He renunciado a muchas otras por el toreo, pero indudablemente eso es lo mejor que he podido ser, lo mejor que me ha podido pasar en la vida es ser toreo. 

Y si volvieras a nacer, ¿volvieras a intentarlo?

Sin duda.