Se llama orforglipron y es un nuevo medicamento que se administra por vía oral y promete facilitar la pérdida de kilos en personas con sobrepeso … u obesidad. El fármaco reduce de media un 11% el peso corporal, al tiempo que mejora factores de riesgo cardiovascular, lo que puede abrir una nueva vía en el tratamiento de la obesidad.

La eficacia de esta pastilla -que a diferencia de los tratamientos inyectables actuales se tomaría por vía oral, lo que es más cómodo- la han comprobado investigadores del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona en un ensayo clínico internacional de fase 3, es decir cuando ya se comparan grupos de pacientes para determinar cuál tiene mejores tasas de mejora.

El estudio se ha publicado esta semana en la revista ‘The New England Journal of Medicine’ y se ha presentado en el Congreso Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), que se celebra estos días en Viena.

Los investigadores siguieron durante 72 semanas a 3.100 personas con obesidad pero sin diabetes de nueve países diferentes. En todos los casos se trataba de adultos con un índice de masa corporal superior a 30 kg/m², o de entre 27 y 30 kg/m² con alguna complicación asociada a la obesidad, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares o apnea del sueño. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a diferentes dosis de orforglipron (6 mg, 12 mg o 36 mg) o a placebo, siempre en forma de una cápsula diaria. Además, se combinó con recomendaciones de dieta saludable y actividad física.

Hasta un 20% de pérdida de peso

Los resultados, según recoge una nota de prensa del Vall d’Hebron, muestran que el tratamiento con la dosis más alta de orforglipron consiguió una disminución media del 11,2% del peso corporal. Más de la mitad de los pacientes perdió al menos un 10% de su peso y aproximadamente el 18% llegó a reducirlo en más del 20%.

Además, se registraron mejoras significativas en la presión arterial, el perímetro de cintura, los niveles de triglicéridos y de colesterol, todos ellos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Los efectos adversos más frecuentes fueron digestivos, «generalmente leves o moderados y autolimitados, similares a los de otros fármacos para la obesidad».

Actualmente, existen varios tratamientos para la obesidad que presentan limitaciones. Por ejemplo, son inyectables o, en su versión oral, requieren condiciones estrictas de administración (tomarse en ayunas y esperar media hora antes de comer). Al igual que otros fármacos para la obesidad, como la semaglutida, el orforglipron actúa sobre el receptor GLP-1, presente en diferentes células implicadas en la regulación del apetito y del metabolismo en el cerebro y el tubo digestivo. Pero la estructura química del fármaco es diferente (es una molécula no peptídica) y permite una administración oral de forma más cómoda.

La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública, afecta a más de 2.500 millones de personas en todo el mundo y causa diversas complicaciones como hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares.

La llegada de tratamientos más accesibles y efectivos es, por tanto, clave para su abordaje. «La posibilidad de disponer de un fármaco oral sin las limitaciones de otros tratamientos representa un avance importante para muchas personas con obesidad. Este estudio confirma que podemos ofrecer opciones más cómodas e igualmente seguras que pueden favorecer que más pacientes accedan al tratamiento y lo mantengan a largo plazo», explica la doctora Andreea Ciudin, única autora europea de la publicación, coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR).

En los próximos meses está previsto que el orforglipron inicie los procesos regulatorios necesarios para su aprobación, lo que podría abrir una nueva etapa en el tratamiento de la obesidad.

El pasado mes de junio, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya se pronunció sobre esta nueva pastilla, que estaba generando gran expectación antes incluso de salir al mercado. «Este nuevo principio activo, todavía no autorizado, alienta las esperanzas de adelgazar a las personas que tienen sobrepeso. En la actualidad el médico puede recetarles las famosas inyecciones para adelgazar, pero tomar una pastilla diaria es sin duda mucho más cómodo», apuntaron en su momento desde la OCU.