La ofensiva aérea y terrestre de Israel contra la Ciudad de Gaza ha dejado este miércoles medio centenar de muertos, ha destrozado varios edificios del centro y ha provocado la desconexión de la población, con pérdidas puntuales de internet y telefonía, que sufren más de 500.000 gazatíes que siguen en la ciudad asediada, de la que en la última semana han salido de 200.000 habitantes, según la ONU, a 400.000, según Israel.
A media mañana, en un momento en el que las líneas telefónicas todavía funcionan, al otro lado del teléfono responde Hamed, propietario del supermercado Al Sahaba en la ciudad de Gaza. En inglés, este gazatí explica a 20minutos que ahora él y su familia sí quieren marcharse, pero no saben cómo salir de la ciudad. «Estamos haciendo las maletas, pero el problema es que no hay transporte. No tenemos coche, ni acceso a una furgoneta. Tengo una familia grande y quiero irme de aquí pero no tenemos cómo».
Estamos haciendo las maletas, pero no hay transporte. No tenemos coche, ni furgoneta. Tengo una familia grande y quiero irme de aquí pero no tenemos cómo
Este miércoles Israel ha abierto la segunda vía de evacuación por el sur para que la población abandone Ciudad de Gaza, la capital, con el objetivo, según ha dicho, de reducir el número de bajas civiles en esta operación en marcha contra unos 3.000 milicianos de Hamás.
«La situación es terrible»
La vía abierta es una histórica carretera gazatí, la vía Saladino, que en teoría, debe permanecer segura 48 horas (hasta mediodía del viernes 19 de septiembre). Sin embargo, son muchos los gazatíes que como Hamed dicen que siguen sin poder desplazarse, sea por falta de medios de transporte, por temor a bombardeos en el camino o ante la incógnita de dónde se establecerán con sus familias, muchas de ellas numerosas, después de dejar todas sus pertenencias atrás.
Esperanza Santos es coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza y asegura que «la situación actual de Ciudad de Gaza es terrible» y que se ha deteriorado desde que el ejército de Israel anunció que iba a lanzar la ofensiva definitiva contra la capital.
«Desde el miércoles pasado hemos visto cómo los bombardeos y los ataques —que estaban concentrados en algunos barrios y avanzaban progresivamente— se han extendido por toda la ciudad. Ahora mismo hay ataques durante el día y durante la noche, y en todos los barrios de Ciudad de Gaza. A veces con bombardeos por el aire, pero también con tropas avanzando en algunas zonas. Realmente, la situación es espeluznante. La gente está muy confundida, con miedo, y ya no sabe dónde ir, dónde puede estar segura. Desde el fin de semana hemos visto cómo la población intenta salir de manera desesperada«, agrega.
Santos realizó el lunes el camino abierto para salir de Ciudad de Gaza hacia el sur. «Son 12 kilómetros que separan la ciudad de la zona media, que se considera un poco más segura. 12 kilómetros que tardamos más de 4 horas y media en recorrer. Un camino lleno de gente, camiones, coches, carretillas, burros, gente intentando llevarse sus pertenencias, como podían, la mayor parte caminando. Muchas mujeres, muchos niños: uno con una garrafa, otro con una manta, otro con un colchón en la cabeza, con las mochilitas pequeñas de colegio. La imagen es muy dura, porque ves cómo la gente huye sin saber adónde va, pero debe escapar porque sabe que no es seguro quedarse. Lo que más vi ayer fueron familias enteras».
La imagen es muy dura, porque ves cómo la gente huye sin saber adónde va, pero debe escapar porque sabe que no es seguro quedarse
Cuando Santos habla con su personal en la capital, le dicen que no tienen claro su futuro pero con su salida quieren intentar que sus hijos lo tengan. «Y está claro que quedarse en Ciudad de Gaza no es seguro”. Por eso ve que la población que se desplaza son familias con niños. Son los jóvenes y las familias las que salen, mientras que los más mayores, los que han hecho toda su vida en la zona, optan por no abandonarla.
La situación en la capital es desoladora, tal y como describe el tendero Hamed. Solo hay algo de comida y poca en los mercados locales, nada en los supermercados. «Estamos cansados, muy cansados de esta situación. Somos seres humanos y necesitamos una solución. Un alto el fuego», explica a este medio. «Tienen que encontrar una solución. Tiene que hacerlo la comunidad internacional. Nos tienen que ayudar. La solución no vendrá de árabes e israelíes, sino de la comunidad internacional», se despide.
Estamos cansados, muy cansados de esta situación. Somos seres humanos y necesitamos una solución. Un alto el fuego
Refaat Alathamna, médico en Gaza, en declaraciones a RTVE —con serios problemas de comunicación y el sonido del teléfono entrecortado— ha explicado que está intentando salir de la Franja, pero que no tiene donde ir. «(Israel) está haciendo huir a un millón de personas a un lugar indefinido. Israel está ocupando 90% de Gaza. Aquí no hay servicios básicos, no hay nada, estamos viviendo en una situación muy terrible, luchando por sobrevivir», ha explicado.
«La gente está siendo oprimida sin tener apoyo y con el silencio de todos los países desde hace más de dos años«, denunció. Tras dar las gracias al pueblo de España por las manifestaciones convocadas para condenar el «genocidio» que según un Comité de la ONU está cometiendo Israel, ha lamentado la falta de iniciativa para parar la guerra del resto de Europa.
Padre de cinco hijos a los que trata de salvar, han sido evacuados ya 10 veces. Ahora, en el centro de Gaza, sobreviven «intentando que nos saquen». No lo consigue porque dice que Israel se ha apropiado de las fronteras «y no deja salir ni a heridos, ni a enfermos ni a gente como yo de doble nacionalidad». Gaza se ha convertido para ellos en una gran cárcel.