VALÈNCIA. Fue hace exactamente dos años, en octubre de 2023, cuando hablamos con José Pazos de la despedida de Futuro Terror tras once años de trayectoria. En esta entrevista, el cantante y guitarrista nos avanzaba algunos detalles de su nuevo proyecto; un grupo de pop inspirado en las bandas australianas y neozelandesas que han obsesionado en los últimos años a Pazos y a su pareja, Paula Guillem. Ella se haría cargo del bajo y Óscar Mezquita, componente también de Futuro Terror en la última etapa, de la batería.

El resultado de aquellos primeros ensayos ya tiene forma de disco; se llama Aurora Roja y ha salido a la venta esta misma semana bajo el paraguas del sello asturiano Humo Internacional y con portada ilustrada por Jorge Parras.

Son ocho canciones de pop sin florituras, pero muy bien construido; con letras bonitas -que no ñoñas-, coros adictivos y melodías que beben de grupos nacidos en el siglo XXI como Dick Diver, Boomgates o The Stroppies, pero también de sus antecesores directos. Nos referimos principalmente a bandas australianas de culto como The Go-Betweens, así como a la rama neozelandesa de pop independiente de los años ochenta, cuya máxima referencia sea probablemente el sello Flying Nun y grupos como The Clean, The Bats y The Chills. A estas alturas del artículo, y sin necesidad de escuchar el link de Bandcamp de Aurora Roja, es fácil intuir hasta qué punto este nuevo grupo se sitúa en las antípodas del indie pop clónico y previsible que puebla las listas de éxitos de Spotify.

“Estaba estancado después de repetir durante años la misma fórmula con Futuro Terror y tenía ganas de montar un proyecto de pop -señala José Pazos-. Quería probar ese tipo de música, un poco más delicada y tranquila, con otro tipo de dinámicas y texturas. Además, coincidió con que Paula y yo dejamos de dejar de escuchar tanto punk y nos centrarnos más en el pop; no solo el australiano, también bandas como Ultimate Painting o The Evens. Me interesa mucho la evolución de algunos grupos de hardcore y posthardcore hacia el pop. Aunque no lo parezca, para hacer este disco también he tomado como referencia a formaciones como Come o Unwound, que son cañeras pero tienen canciones mucho más tranquilas con muy buenas melodías”.

“Yo siempre he tocado punk porque es lo que tenía a mano, lo que escuchaba la gente de mi entorno, pero a mí el pop me ha gustado siempre -apunta Mezquita, cuya larguísima trayectoria en la escena local incluye su pertenencia a otros grupos como Zanussi, Derrota o Cuello-. De hecho, los primeros grupos que seguí en serio en mi adolescencia fueron The Cure y Depeche Mode. Siempre tuve el deseo de tocar en bandas más tranquilas, pero es algo que no empecé a hacer hasta hace relativamente poco tiempo. Ahora, además de Aurora Roja, tengo otros proyectos como Morenas, Cuarto oscuro y Piso Franco, que van más en este sentido”.





A la hora de ubicar a Aurora Roja en el mapa de referencias conocidas, nos viene a la cabeza un grupo pequeñito, pero que deberíamos reivindicar más a menudo: los ya mencionados The Evens. Igual que ocurre con el dúo de guitarra y batería formado por Ian MacKaye junto a Amy Farina después de la disolución de Fugazi, uno de los elementos que más enganchan en la música de Aurora Roja son las armonías de voces y los coros que se intercambian Jose y Paula a lo largo del disco.

Cuando canta Paula, especialmente en “Las buenas noches” -que es una nana escrita por Jose para su hijo en común, Milo-, nos transportamos a las canciones con toque naif de Ataque de caspa. Y es que el buen pop español también tiene su peso. “A Paula le encanta Ataque de caspa, y Sierra y Punsetes son una gran referencia para nosotros -comenta Pazos- Siempre digo que me encantaría poder componer las letras que hace Annona (Punsetes), pero no me salen (ríe)”.

Hija de una guitarrista y vocalista de la movida valenciana

Aurora Roja no es el primer proyecto musical de Paula; rompió mano con el bajo en grupos fugaces como Perdón por todo y Solar. A pesar de haber crecido en un ambiente familiar en el que la música era muy importante, reconoce que tardó en animarse a aprender a tocar un instrumento. Su madre, Amalia Gandía, tuvo varios grupos dentro de la movida valenciana de los años ochenta: Primer aviso, que llegó a tener más recorrido, y La autoridad competente. En Youtube podemos ver una actuación de la banda en el programa de TVE2 A Uan Ba Buluba Balam Bambu, en el que su madre canta y toca la guitarra mientras que su padre, de forma puntual, tocaba el bajo en ese concierto. “Ella siempre me recuerda enfadada, al ver este video, que le obligaron los del programa a ponerse un lazo rosa en el pelo” (ríe).

Aunque cambiar de registro musical ha abierto muchas puertas a Jose como letrista -aquí encontramos canciones más abiertas a la fantasía o al universo surrealista de los niños, por ejemplo-, para él sigue siendo importante que exista un compromiso político y social. “Es cierto que en este disco hay menos referencias, pero quizás es porque ahora mismo tiendo hacia el pesimismo, y el pesimismo no es nada revolucionario, así que intento huir de él”.

La huella literaria, que siempre ha acompañado a sus canciones, también está muy presente aquí. El nombre del grupo, que es el mismo que el del disco y el de la canción que abre el LP, se ha tomado prestado de la novela de Pío Baroja que cierra la trilogía La lucha por la vida, escrita por el autor vasco entre 1904 y 1905. Si nos fijamos en la letra de ese primer tema, encontraremos una correspondencia clara con un extracto del libro al que nos lleva Pazos de la mano:

“En la novela -explica- hay una escena que tiene lugar en el antro en el que se reúnen los protagonistas del libro a organizarse políticamente y debatir. Y allí dicen: Sería una aurora sangrienta en donde a la luz de los incendios crujirá el viejo edificio social, sustentado en la ignominia y en el privilegio, y no quedaría de él ni ruinas, ni cenizas, y sólo un recuerdo de desprecio por la vida abyecta de nuestros miserables días. Sería el barro negro de las Injurias y de las Cambroneras, que ahogaría a los ricos, la venganza justa contra las clases directoras, que hacían del Estado una policía para salvar sus intereses, obtenidos por el robo y la explotación, que hacían del Estado un medio de calmar a tiros el hambre de los desesperados.»