El próximo 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, condecorará a La Vuelta ciclista y al ganador de la última edición, Jonas Vingegaard, con la Medalla de Oro de la región. Así lo ha anunciado este jueves en el Pleno de la Cámara regional, en el que ha vuelto a arremeter contra el Gobierno, al que acusa de “jalear” las protestas que impidieron la celebración de la última etapa de la competición a su paso por Madrid. “Porque este ciclista internacional no merece ser recibido sobre cajas de hielo por culpa de lo que ustedes provocaron (…) Y porque es una de las competiciones internacionales del pueblo de Madrid que han intentado desguazar”, ha explicado la baronesa popular acerca de su decisión.
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Se trata del último pulso de Ayuso en contra de la presión del Gobierno, de la sensibilidad ciudadana y de las voces crecientes en Europa que tratan de impedir el genocidio en la Franja de Gaza por parte del ejército israelí, un genocidio ya declarado por la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas. Para la presidenta madrileña, estas protestas buscan “reventar la convivencia” en Madrid y no responden tanto a motivos humanitarios sino a cuestiones nacionales en su contra. Por ello, su última defensa en favor de Israel y su equipo ciclista ha sido la distinción de la Comunidad de Madrid a la competición, que blanqueó al régimen israelí permitiendo la participación de un equipo que pertenece a un millonario sionista cercano a Netanyahu, y al ganador, un ciclista danés que en realidad mostró su comprensión hacia las protestas.
“Por el deporte en libertad, por ser Madrid una región de integración, abierta al mundo y alegre, vamos a dar estas dos condecoraciones”, ha justificado.
La postura inflexible de Ayuso y Almeida, que niegan que esté ocurriendo un genocidio contra la población palestina, está marcando el discurso de un PP nacional que no había fijado su posición exacta respecto a Gaza. El PP ha celebrado la condecoración otorgada por Ayuso. La portavoz del PP en el Senado, Alicia García, ha expresado su apoyo, alegando que “es muy positivo que se reconozca lo que han sufrido los organizadores y los ciclistas”. Para ella, esta medida de Ayuso es “una gran decisión” porque, según ha dicho, La Vuelta ciclista es “marca España” y “significa mucho para todas las generaciones”. “Es una de las fortalezas de nuestro país”, ha añadido.
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Cuando comenzaron las manifestaciones pacíficas en las primeras etapas de La Vuelta, la presidenta madrileña marcó el tono comparándolas con el atentado en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972, en el que once miembros del equipo israelí fueron tomados como rehenes y asesinados por un comando terrorista propalestino. “No es la primera vez que se atenta contra participantes israelíes, ya ha habido atentados parecidos en la historia, en Olimpiadas, como ocurrió en Múnich”, dijo. A partir de ahí, ha aumentado su confrontación mediante la visita al equipo Israel-Premier Tech antes de la carrera, la fotografía con los ciclistas, las acusaciones al Gobierno de “jalear” las protestas y su calificación como “violencia política”.