Jueves, 18 de septiembre 2025, 14:27

En un 2025 dominado de principio a fin, McLaren llega al Gran Premio de Azerbaiyán con la opción real de cerrar el título de Constructores de Fórmula 1. La escudería de Woking ha firmado una temporada casi perfecta: 12 victorias en 16 carreras, siete dobletes y presencia en el podio en todas las citas salvo una. Con esos números, no es de extrañar que su ventaja sea abismal: 617 puntos frente a los 280 de Ferrari, los 260 de Mercedes y los 239 de Red Bull.

La superioridad es tan clara que, a falta de ocho rondas, McLaren puede sentenciar matemáticamente el campeonato este mismo fin de semana en Bakú. Todavía quedan 389 puntos en juego —repartidos entre cinco fines de semana estándar y tres con formato Sprint—, pero la diferencia actual con Ferrari es de 337 puntos. Basta con que esa brecha crezca hasta los 346 al término del domingo para que el título quede asegurado. En otras palabras, McLaren necesita superar a Ferrari por nueve puntos.

El camino más directo para lograrlo sería repetir el guión que ha marcado la temporada: victoria y un segundo o tercer puesto para rematar. Si Lando Norris y Oscar Piastri logran copar las primeras posiciones, el campeonato se vestirá de naranja papaya sin importar lo que hagan los rivales.

La situación para Ferrari, Mercedes y Red Bull raya en lo imposible. Los de Maranello, segundos en la tabla, necesitarían que se alinearan todos los astros para mantener vivas sus opciones. Mercedes, a 357 puntos, solo puede seguir en la pelea si recorta 12 puntos en Azerbaiyán. Red Bull, hundido a 378, precisa un milagro todavía mayor: endosarle 33 puntos a McLaren en un solo fin de semana. No solo necesitaría a Verstappen, sino al improbable Tsunoda, por lo que es más fácil ver al Atlético Sanabria conquistar una Champions League.

Lo lógico es pensar que todo se decida ya en las calles de Bakú, aunque no se puede descartar, ni mucho menos, que McLaren tenga que aplazar la fiesta hasta Singapur, al menos. Si este año han mostrado algo claro en cada carrera, aparte de una preocupante falta de carisma —algo que desde el propio campeonato admiten en conversaciones privadas, pero que negarán siempre en público— es que ellos mismos son su principal enemigo. La gestión de las órdenes de equipo, las tensiones más o menos expresadas o la falta de carácter de sus pilotos en según qué momentos les ha privado de hacer de este 2025 un paseo aún más marcial que el que están protagonizando. Pero más allá de estas disquisiciones o de lo que las propias matemáticas dicten, lo cierto es que la temporada ha tenido un claro dominador. McLaren ha devuelto al paddock una sensación de autoridad que recuerda a épocas doradas de Ferrari, Mercedes o la propia Red Bull: consistencia letal ante la impotencia de sus rivales.

El título de Constructores no es solo un premio a la regularidad, sino la confirmación de un proyecto que ha sabido evolucionar más rápido que nadie en el cambio de ciclo en el que la Fórmula 1 se encuentra envuelto. En apenas año y medio han logrado pasar de rondar los últimos puestos a ser los firmes dominadores. Si el domingo Norris y Piastri vuelven a subir juntos al podio, será la rúbrica perfecta para una temporada que ya es histórica para ellos, ya que sería el segundo campeonato de marcas consecutivo que meten en sus vitrinas y que, en función de lo que pase en 2026, a saber cuándo es el siguiente.

Alonso y Sainz, a por venganza

Tras lo sucedido en Monza, cuando una piedra le dañó la suspensión y se vio forzado a abandonar, Alonso afronta la cita de Bakú con optimismo comedido. «En diez millones de carreras no volverá a suceder», aseguraba el asturiano, que cifra en aproximadamente 22 puntos los que ha perdido hasta ahora en lo que va de temporada por diversos factores. Con esas cuentas, Alonso no solo estaría por delante de Stroll, que le saca dos, sino que se situaría en 9ª posición del Mundial y no en la 12ª en la que está ahora. Todo lo que no sea sumar en Azerbaiyán no cabe en sus planes.

Por su parte, Carlos Sainz espera que la suerte también le sea favorable en el trazado azerí. Tras dos fines de semana en los que se ha visto involucrado en sendos accidentes, confía en que esa racha de ceros se quede ahí. En buena medida, confía porque ya parece que ha entendido cómo funcionan los neumáticos. Al menos ya sabe que está ahí el problema. «Nuestro coche tiene una debilidad, en primer lugar, con la preparación de los neumáticos, pero también con el equilibrio que un neumático nuevo le ofrece», analizaba este jueves en el paddock. Sainz, con 16 puntos, ocupa el 18º puesto del campeonato, solo superando a Tsunoda, Colapinto y el defenestrado Doohan.

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