En el corazón de la Ciudad de los Muertos, en El Cairo, la vida y la muerte coexisten en un mismo espacio. Los niños juegan entre las tumbas, las familias celebran bodas y el duelo encuentra su lugar en los funerales. Aquí, los opuestos no chocan, sino que se pliegan unos en otros: alegría y tristeza, supervivencia y rendición, ausencia y presencia.

Una de las fotografías de Laura Silleras para la exposición.

La reina Letizia, entre los fotógrafos Mohamed Mahdy y Laura Silleras (de negro), durante el recorrido de la exposición. / Laura Silleras

La fotógrafa valenciana Laura Silleras, que ha trabajado en Levante-EMV, se adentra en ella en una exposición que ha inaugurado este jueves con presencia de la reina Letizia en el complejo cultural de la Mezquita del Sultán Al-Ashraf Qait Bay. La exposición ‘Lo que recuerdan los muros’, que reúne una treintena de instantáneas del fotógrafo egipcio Mohamed Mahdy y la propia Silleras, se enmarca en el viaje de estado de los reyes de España a Egipto.

Convivencia entre lo íntimo y lo misterioso

Este trabajo «ofrece una exploración visual de esta frágil convivencia«, dicen desde la organización de la muestra; «transita entre retratos íntimos de familias que habitan la necrópolis y huellas silenciosas de una presencia humana que un día existió. En conjunto, estos elementos conforman una imagen compuesta del lugar: rostros que revelan dignidad y humanidad, fragmentos que invitan al espectador a reflexionar e imaginar», continúan.

Así, el trabajo de Silleras se centra en la presencia de las personas y en la construcción de las imágenes junto a ellas, mientras que la mirada de Mahdy se dirige hacia los espacios, donde la huella humana aparece como una presencia ausente. La unión de ambas perspectivas genera un diálogo entre lo visible y lo invisible, entre la vida que se muestra y la memoria que permanece.

Otras realidades

Silleras explica a este diario, poco antes de la inauguración, que esta exposición supone para ella «dar a conocer otras realidades«. «Trabajar en la Ciudad de los Muertos no deja a nadie indiferente. Ha supuesto un reto naturalizar esa convivencia entre vivos y muertos, y mi intención ha sido tender un puente entre mundos distintos, un espacio donde podamos reconocernos como seres humanos», explica la fotógrafa valenciana.

Una de las fotos de Silleras.

Una de las fotos de Silleras. / Laura Silleras

La narrativa de la muestra se despliega mediante paisajes, retratos, objetos y gestos. «Cada imagen es independiente y, sin embargo, en resonancia con las demás. Esta estructura fragmentada refleja el ritmo mismo de la necrópolis, donde la vida y la muerte se entrelazan en una armonía impredecible», explican desde la exposición. «Mohamed y Laura se acercan a la Ciudad de los Muertos a través de un proceso de entrega: dejar que el lugar los guie, permitir que los encuentros moldeen el relato», señalan fuentes de la organización de la muestra, financiada por la Embajada de España con ocasión del viaje.

«Las personas que fotografían son un parte esencial del proyecto; son conscientes de la cámara, del contexto y, a menudo, participan en las decisiones que rodean sus imágenes», añaden. «Al enfrentar los desafíos de este espacio, los artistas insisten conjuntamente en la belleza, no como un velo para ocultar las dificultades, sino como un lenguaje de dignidad y conexión. Los retratos y momentos íntimos, junto con paisajes y fragmentos, afirman que quienes viven entre los muertos no están definidos solo por el sufrimiento, sino por la vida en toda su complejidad», matizan las mismas fuentes.

Para abordar la muestra, Silleras asegura que tuvo que dejar atrás sus prejuicios para intentar «naturalizar» la convivencia de los vivos entre los muertos. «Muchas de las personas que viven allí trabajan como guardianes del cementerio; otras, trabajan limpiándolo. Muchos de ellos han nacido allí y viven en mausoleos donde están enterrados sus familiares», explica.

La fragilidad de las fronteras

Este trabajo hispano-egipcio, inspirado en el proyecto de Cooperación Española ‘Mejorar las oportunidades de desarrollo socioeconómico y cultural de las mujeres e infancia de la Ciudad de los Muertos en El Cairo’, desarrollado actualmente por la Fundación Sultán, «es una invitación a reflexionar sobre la presencia y la ausencia, sobre memoria e identidad, y sobre la frágil frontera entre vivos y difuntos. Es una invitación a mirar los rostros tal como son y a escuchar lo que revelan los detalles silenciosos: que la ausencia misma puede hablar», señalan desde la organización de la exposición.

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