El tinerfeño Alberto Cruz Mena sigue escalando hacia la UFC (Ultimate Fighting Championship), la empresa de artes marciales mixtas más importante del mundo, el circuito cerrado que ha coronado a Ilia Topuria como una leyenda y al que acaba de dar el salto el canario Hecher Sosa.
Cruz, de 18 años y natural de El Rosario, es hermano del campeón mundial de kickboxing Goyo Domínguez, que fue quien lo llevó a The Fighter’s Club (Taco) por primera vez cuando tenía 13 años. Formado en la cuna del TFC, Alberto se coronó en 2024 campeón de España en grappling y mordió el bronce en grappling gi (ejercicio con kimono).
La medalla de bronce del Mundial de Kazajistán de Alberto Cruz Mena. / E.D.
Gijón 2024, su trampolín
Dos distinciones que pusieron de manifiesto la pujante trayectoria de un joven tímido en el trato, pero con una ambición salvaje cuando pisa el tatami. Fue en Gijón 2024 donde Alberto se consolidó como una de las promesas del contacto nacional y, desde entonces, no ha parado de cosechar éxitos: bronce en el Mundial de Kazajistán 2024, doble plata en el Nacional de 2025 (en categoría U 20 teniendo él 18 años), victorias en K1 (kickboxing, karate, muay thai y taekwondo) en el Fighting From The Sea y, el pasado 18 de mayo, campeón de Canarias Júnior en MMA. Alberto ganó por KO en menos de 30 segundos.
Su talento y versatilidad, no obstante, no han desviado su foco. «No renuncio a nada y me gusta competir en otras modalidades, pero lo más importante está en las MMA«, apunta.
Tibilisi, siguiente parada
Ahora, el tinerfeño pone su mira en los Campeonatos del Mundo de la Federación Internacional de Artes Marciales Mixtas (IMMAF) que se celebran la próxima semana en Tibilisi, Georgia. Con más de 600 atletas inscritos, se trata del mayor evento de MMA celebrado hasta la fecha. “Es el campeonato más importante del mundo, no solo en el apartado del MMA, sino en general de todas las artes marciales. Por eso este año hay récord de participantes y es probable que el próximo lo vuelva a haber. La Federación está creciendo mucho”, advierte el deportista.
Cruz explica con detenimiento que competirá contra adversarios de hasta 21 años y en el peso de 79,4 kilos. Una medida que le ha obligado a hacer un gran esfuerzo en el recorte, pero el premio valdría la pena. “El torneo está patrocinado por la UFC, que lo ofrece incluso en ‘streaming’. Hay mucha gente que ha ganado el campeonato y ha dado el salto a profesional. Con dos o tres peleas, acaban fichando por la UFC. Es un gran escaparate”, afirma ilusionado el nuestro.
Objetivo podio
Con un pesaje por día, tantos como combates de forma consecutiva (desde treintaidosavos hasta una hipotética y deseada final entre el sábado 27 de septiembre y el jueves 2 de octubre), la exigencia será descomunal. El cuadro no está aún definido, aunque Alberto conoce a algunos de sus potenciales obstáculos en el camino hacia la gloria mundial. “Contra algunos ya he luchado en el Campeonato del Mundo de Grappling. Tengo buenas expectativas y me siento muy bien físicamente. Tengo el potencial suficiente como para quedar entre los tres primeros. Ese es mi objetivo”, manifiesta convencido el joven.
Un estudiante excelente
Al margen de su descomunal talento para los deportes de contacto y de la voracidad de la que hace gala, Cruz es mucho más que un diamante en bruto desde el punto de vista deportivo, es un joven con un brillante currículum académico. Tanto, que cursa Medicina en la Universidad de Sevilla. En la capital andaluza se ejercita, cómo no, en el Sutemi, uno de los mejores centros de España.
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