Socios, amigos, hermanos y todo lo que quieran reconocer públicamente Donald Trump y Keir Starmer sobre la relación entre EEUU y Reino Unido. Pero en esa «histórica» fraternidad, hay espacio para serios desencuentros. La visita del presidente estadounidense a las islas ha certificado sus divergencias en un asunto clave: el reconocimiento que Londres va a dar al Estado de Palestina.
Sobre ello han preguntado los periodistas a ambos líderes en la comparecencia posterior a su reunión privada y con la que culmina el muy comentado viaje de estado de ‘los Trump’ a Reino Unido. De hecho, ha sido la cuestión inicial y ha llevado segundos que Trump evidenciara su malestar con la versión británica.
Y lo ha hecho, vaya que sí, con cero disimulo para que no se notara su incomodidad de tener que escuchar a su colega Keir Starmer justificar la idoneidad de reconocer el Estado palestino en la próxima cumbre de Naciones Unidas.
El premier no ha esquivado la temática, si bien tampoco ha querido profundizar en exceso, sabido el rechazo de su ‘invitado’. «Es parte de un paquete de medidas que espero nos lleve de la situación horrenda actual a un estado de Israel seguro y uno de Palestina viable«, ha culminado.
A su derecha —izquierda del espectador—, Trump se revolvía. Para muestra, un boton… o mejor cinco. Todo un recorrido por la comunicación no verbal de Donald Trump: desde el gesto de desprecio al periodista de la BBC por preguntar sobre Palestina, a su malestar por lo que estaba contando el primer ministro británico.
Gesto de Trump dirigido directamente al periodista que pregunta por PalestinaRTVE
En una breve valoración, tras deshacerse antes en elogios hacia Starmer y el Reino Unido, se ha limitado a apuntar que «no estoy de acuerdo con el primer ministro de Reino Unido en su reconocimiento del Estado de Palestina, es uno de los nuestros desacuerdos fundamentales«.
Evitación y un mal rato evidentísimo para el presidente de EEUU a su paso por la sala de prensaRTVE
Para Trump el foco sigue estando en Hamás, grupo terrorista que «debe liberar a todos los rehenes de una vez, no uno ahora, mañana dos…». Palabras que ha entrelazado con gestos como el que aparece aquí abajo, agarrándose su chaqueta, con un claro significado de querer ‘afianzar’ su poder ante una cuestión en la que se siente atacado.
Trump, incómodo, ajustándose la chaquetaRTVE