El Barça debutó en la Champions sin Lamine Yamal y como asustado, de azul y rosa, tratando de contener la inicial efervescencia local y sufriendo la presión alta de los ingleses y de una grada que gritaba con una euforia digna de una guerra … a vida o muerte. Elanga venció a Gerard Martín y el Flick tuvo mucha suerte de que Gordon no acertara a rematar, Tanta suerte que el técnico alemán soltó un ‘uf’ de alivio. Tormenta británica, Pedri no tenía el balón ni podía por lo tanto jugar en campo contrario. Muy bien Joan García en su debut europeo: concentración absoluta, máxima seguridad con las manos y con los pies.
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Newcastle:
Pope; Trippier (Botman, m.76), Schär (Alex Murphy, m.63), Burn, Livramento; Bruno Guimaraes, Tonali, Joelinton (Jacob Murphy, m.63); Elanga (Willock, m.63), Gordon y Barnes (Woltemade, m.63). -
Barcelona:
Joan García; Koundé, Araújo, Cubarsí (Christensen, m.69), Gerard Martín (Eric García, m.81); De Jong, Pedri, Fermín (Casadó, m.90+3); Raphinha, Lewandowski (Ferran, m.69) y Rashford (Dani Olmo, m.81). -
Goles:
0-1, m.58: Rashford. 0-2, m.67: Rashford. 1-2, m.90: Gordon. -
Árbitro:
Glenn Nyberg (Suecia). Amonestó a Joelinton y Burn en el Newcastle y a Gerard Martín, Fermín, De Jong y Casadó por el Barcelona.
De todos modos, Rashford en el 8, demostró lo fácil que era llegar a la portería local, y de una simple internada casi marca.
El Barça no era capaz de trenzar ataques coherentes, los ingleses mordían aunque sin llegar a la primera sangre; era difícil de imaginar que pudieran mantener durante todo el partido un ritmo tan alto, pero también que fueran a calmarse mientras les quedara gasolina. Admirable afición en su entrega y sus cánticos, el día que supimos que contra el PSG el Barça tendrá que volver a Montjuïc contra tantas y tantas promesas de jugar en el nuevo estadio, creídas por una afición que no sólo es dejada en la frialdad con que asiste a los partidos sino en la nula exigencia a sus dirigentes.
Poco a poco el Barça se fue encontrando a sí mismo y con un par de ataques más largos empezó a cambiar el ritmo del partido pero Barnes tuvo la primera gran ocasión, salvada una vez más por un pletórico Joan García, que llegó donde nadie creía que pudiera llegar y evitó el gol casi se celebraba en la grada. Raphinha estaba y no estaba; Rashford no podía con un veterano como Trippier, pero el Newcastle empezaba a cansarse y no podía sostener con tanta holgura los duelos individuales.
El Barça echaba de menos a Lamine Yamal, aunque sin drama, los ingleses echaban de menos su champán inicial. Joan García continuaba siendo el futbolista más serio y decisivo del Barça, un chico que hasta hace dos días vivía de alquiler en barrios que ni tú ni yo querríamos.
El Barça desaprovechó el último tramo, más favorable, de la primera parte. Imprecisión delantera, poca finura, duelos que no se podían perder y se perdieron. Pero el equipo aguantó las hostilidades locales y no era descabellado pensar que por poco acertado que estuviera en la segunda parte podía llevarse los tres puntos del parque de San Jaime.
El Newcastle volvió a la presión alta en la reanudación y el Barça volvió a apretar los dientes. Tampoco demasiado, porque los ingleses atacando no eran ningún prodigio, y en cualquier caso ahí estaba Joan García. Los de Flick esperaban sin angustia a que los locales volvieran a cansarse y aprovechar mejor su momento que en el último tramo de la primera mitad, Una conducción de Pedri a los cinco minutos mostró el camino a los suyos de cómo recuperar el protagonismo en el juego, y dio la sensación que de alguna manera aquella jugada decantaría el suerte del partido, pero no fue hasta el 57 en que por fin el Barça encontró la luz y Rashford marcó el primero rematando de cabeza un buen centro de Koundé.
El Newcastle cambió a medio equipo, pero el Barça le tenía tomada la medida a la noche y continuó controlando el juego pese a las sustituciones. Christensen entró por Cubarsí, lesionado; y Ferran por Lewandowski. Gordon recortó distancias en el 45 pero el Barça capeó el temporal, con Pedri aguantando con maestría el balón, y aseguró el merecido el botín. Hay equipos en esta Champions qué tal vez puedan hacerle daño al Barça, pero desde luego tendrán que ser de un nivel muy superior al Newcastle. Eric García y Olmo tuvieron su cuarto de hora. Si no lo hubieran tenido nadie lo habría notado.