La Reserva Federal de Estados Unidos ha optado por una medida de acción rápida para hacer frente a la creciente debilidad del mercado laboral, pero dejando ver entrelíneas que el recorte efectuado este miércoles en el precio del dinero no tiene por qué verse acompañado por una senda bajista de mayor alcance. Jerome Powell, denostado hasta la saciedad por el presidente estadounidense Donald Trump, calificó la bajada de 25 puntos básicos de “recorte preventivo”. Un movimiento de “gestión de riesgos” que deja el precio del dinero en la banda del 4%-4,25%.

La Fed responde así a la difícil misión de lidiar con un mercado laboral con riesgos a la baja, agudizados por la falta de mano de obra tras la puesta en marcha de la política migratoria de Trump, y con un repunte de la inflación derivado de la entrada en vigor de los aranceles. “No existen caminos libres de riesgo ahora mismo”, sentenció Powell durante la rueda de prensa posterior para añadir en otro momento que “nuestras herramientas no pueden hacer dos cosas a la vez”. Un binomio económico de dispar solución en el que la institución ha dado optado por dar prioridad a los riesgos a la baja del mercado laboral. Eric Muller, director de productos y estrategia de inversión de Muzinich & Co. cree que con su decisión “la Fed centra en la parte donde la dinámica es más fuerte y probable que perdure. Es evidente que la decisión de recortar los tipos en esta ocasión, y probablemente más pronto, ha estado motivada por la nueva evaluación del mercado laboral”.

Pero el camino está lejos de estar despejado: la medida de inflación predilecta de la Fed escaló al 2,9% en agosto desde al 2,7% de un año antes, y el escenario de inflación transitoria por el impacto de los aranceles que plantea la institución está sujeto a revisión. A ello se añade la posible intercesión de la justicia estadounidense: un tribunal de apelaciones dictaminó a finales de agosto que las tasas eran ilegales (habrá que esperar aún algunas semanas para conocer la decisión final) y el trasfondo de la politización del Comité del Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) tras el desembarco del gurú económico de Trump, Stephen Miran, como nuevo gobernador y el proceso de despido por presunto fraude financiero de la también gobernadora Lisa Cook.

Así, la visibilidad del mercado es limitada, y también lo es el escenario de recortes. La Fed prevé otros dos recortes de aquí a final de año de 25 puntos básicos, que se ejecutarían en las citas de octubre y diciembre, en línea con lo previsto por el consenso del mercado. Ahora bien, en su diagrama de puntos da señales claras de la falta de consenso en hacia dónde ir: de sus 19 miembros —solo 12 tienen derecho de voto—, siete no esperan más recortes este año y otros dos solo prevén uno. Uno de ellos prefería incluso haber dejado sin cambios los tipos en la cita de esta semana.

Las dudas sobre dónde está el tipo de interés neutral, aquel que no acelera ni desacelera el crecimiento, se percibe en las previsiones de los bancos de inversión. El equipo de UBS Wealth Management liderado por Mark Haefele comenta que “en nuestro escenario base, estimamos que la Fed recortará los tipos de interés en otros 75 puntos básicos entre ahora y el primer trimestre de 2026, ya que creemos que el banco central seguirá dando prioridad a la debilidad del mercado laboral frente a lo que probablemente siga siendo un aumento temporal de la inflación”.

En cambio, Max Stainton, estratega senior de Macroeconomía Global de Fidelity, considera que serán “dos los recortes adicionales seguidos de una pausa por parte de la Fed de Powell este año”. A partir de ahí, estima, “la perspectiva de 2026 y la posibilidad de un nuevo presidente de la Fed a partir de mayo de ese año aumentan significativamente la probabilidad de que se produzcan recortes adicionales de tipos de interés después de mayo de 2026″. En ING estiman, por parte, que a los dos recortes previstos para lo que queda de año se sumarán otros dos para principios de 2026 “antes de que una mayor claridad en las relaciones comerciales, la depreciación del dólar y la reducción de los costes de financiación comiencen a estabilizar la situación”.

Entre aquellos que recurren a la estadística, Brij Khurana, gestor de carteras de renta fija en Wellington Management, comenta que “históricamente, los recortes de gestión de riesgos solo indican recortes de unos 75 puntos básicos, por ejemplo, los recortes de la Fed de 1998 y los de 2018″. Powell ha dejado claro que las decisiones serán adoptadas en función de los datos que se vayan conociendo.

Independencia

El nombramiento de Stephen Miran como gobernador con derecho a voto en las decisiones del banco, pese a no haber abandonado del todo el Consejo de Asesores Económicos de Trump, se dejó sentir en la votación. Fue el único voto contrario y se mostró a favor de un recorte de 50 puntos básicos, mientras que Chris Waller y Michelle Bowman, que ejercieron un voto contrario en la cita de julio se mantuvieron ahora con la mayoría. La visión de Miran, y la del presidente de EE UU, quedó patente en las proyecciones de la institución: uno de los miembros —el diagrama de puntos es anónimo—proyectó que los tipos se situarán justo por debajo del 3% a finales de año.

El que, según el mercado, se perfila como el perdedor de la focalización de la Fed en el empleo es el dólar. El equipo de análisis de ING cree que la divisa estadounidense “podría volver a mínimos del año y se mostrará hipersensible a los datos del mercado laboral estadounidense”.