Cinco días después de finalizar la Vuelta a España más polémica de la historia, la controversia no abandona al ciclismo. Lo que empezó como una acción aislada contra el Israel-Premier Tech a causa de la invasión a Gaza, recientemente catalogado como genocidio contra el pueblo palestino según la ONU, acabó por convertirse en una protesta multitudinaria que paralizó la Vuelta en varias ocasiones.
Madrid asistió a una última jornada sosa en lo deportivo, como siempre sucede en las grandes vueltas. Jonas Vingegaard entró a la capital como campeón, en una etapa dedicada al homenaje del vencedor y para disfrute del público. No llegó a meta. Como el resto del pelotón, el ciclista del Team Visma-Lease a Bike terminó antes de tiempo. Etapa suspendida a causa de las protestas que invadieron su recorrido. La organización de la Vuelta improvisó una entrega de trofeos en un parking, con el podio subido en cajas de hielo. Ahí, sonriente una vez más, estaba Vingegaard.
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Albert Ortega
El ciclista danés aprovechó su estancia en Madrid para disfrutar como un buen turista. Al día siguiente de finalizar la Vuelta, acudió al Museo del Prado y al Palacio Real. Lo hizo junto a su mujer, Trine Marie, y a sus hijos de cinco y dos años. Si quiere, está invitado a regresar a la capital el próximo dos de Mayo del 2026, cuando recibirá la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, máxima condecoración civil de la ciudad. Así lo anunció la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en el Pleno del jueves: «Porque este ciclista internacional no merece ser recibido sobre cajas de hielo por culpa de lo que ustedes provocaron«.
Díaz Ayuso, líder del Partido Popular de Madrid, se mostró crítica contra las protestas, cargando en especial contra Pedro Sánchez, presidente de España, quien alentó a los manifestantes. Madrid premiará también a la propia Vuelta a España «porque es una de las competiciones internacionales del pueblo de Madrid que han intentado desguazar».
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Ignacio S. Calleja
Se desconoce todavía si Jonas Vingegaard acudirá el 2 de mayo del próximo año. Son malas fechas de la temporada ciclista, sobre todo para los que quieran intentar asaltar el Giro Italia, una prueba que el danés todavía no ha logrado al poner por delante el Tour de Francia en su planificación, donde coronó en dos ocasiones. Dentro del pelotón, lo acontecido en la Vuelta ha causado disparidad de opiniones. La Unión Ciclista Internacional (UCI) sí se enfrentó de manera pública al Gobierno de España por alentar las protestas contra la carrera.
En una reciente entrevista con el diario AS, Vingegaard aseguró que la Vuelta fue «la carrera más extraña de su vida» por lo acontecido, pero se mostró comprensivo con las protestas: «Por supuesto que es una pena que no hayamos podido correr como queríamos, pero creo que todos tenemos derecho a protestar. La gente que se manifiesta lo hace a favor de Gaza y los que protestan tienen sus razones. Buscan una mayor visibilidad y es algo que entiendo».
Cinco días después de finalizar la Vuelta a España más polémica de la historia, la controversia no abandona al ciclismo. Lo que empezó como una acción aislada contra el Israel-Premier Tech a causa de la invasión a Gaza, recientemente catalogado como genocidio contra el pueblo palestino según la ONU, acabó por convertirse en una protesta multitudinaria que paralizó la Vuelta en varias ocasiones.