Madrid
La cancelación del programa de Jimmy Kimmel ha provocado un auténtico terremoto político en EEUU. La cadena de televisión ABC, propiedad de Disney, anunció la retirada «indefinida» de uno de los late night más importantes del país tras un monólogo sobre el asesino de Charlie Kirk. El movimiento MAGA, que ya le tenía ganas, se sintió herido por las palabras de Kimmel acusándoles de intentar sacar rédito político de la muerte del activista ultraconservador.
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Las reacciones a la cancelación del programa han llegado de todos los lados, desde el mundo de la cultura hasta la política estadounidense, principalmente miembros del partido demócrata como el expresidente Barack Obama. La cultura de la cancelación de la que tanto se ha quejado Donald Trump está afectando a los humoristas en EEUU, algo que muchos ven como un síntoma de que el país está girando cada vez más hacia un régimen autocrático donde se persigue la libertad de expresión.
Stephen Colbert, el presentador del late night con más audiencia de Estados Unidos y ganador de un Emmy el pasado domingo, ha abierto esta madrugada su programa con un sentido «todos somos Jimmy Kimmel» en homenaje al presentador. Precisamente, el propio Colbert ha visto como cancelaban su espacio en la CBS después de una década exitosa tras la presión de Trump. El humorista dejará su programa a partir de mayo y su cancelación se parece bastante a la del presentador de la ABC.
Es necesario recordar que cuando se anunció la cancelación de Colbert el presidente estadounidense dijo que los siguiente serían Jimmy Kimmel y Jimmy Fallon. Uno ya ha caído y el otro ha bromeado sobre el parecido entre ABC (American Broadcasting Company, FCC (Federal Communications Commission) y la expresión WTF (que no necesita traducción).
Otro programa, The Daily Show, con Jon Stewart en Comedy Central, ha cambiado su cabecera para, con toda la ironía, decir que ahora cuentan con la aprobación del Gobierno. El que mejor lo ha resumido es el histórico presentador David Letterman. «Es absurdo, es ridículo. No se puede ir por ahí despidiendo a gente porque se tiene miedo o porque se quiere quedar bien con una administración autoritaria y criminal que ocupa el Despacho Oval. Así no es como funcionan las cosas», ha sentenciado el cómico.
El alegato de Francino a favor de Jimmy Kimmel
La cancelación del programa de Kimmel ha tenido también su repercusión en España. Sin ir más lejos, el presentador de La Ventana, Carles Francino, comenzó este jueves su programa con un diálogo de la película Buenas noches, buena suerte, donde un famoso periodista y presentador intenta defender el periodismo independiente frente a un poderoso senador anticomunista.
«La historia se repite, y de qué manera», indicó Francino, que puso el foco en los peligros de coartar a los humoristas, periodistas, cómicos y presentadores, que en muchas ocasiones representan a un espectro de la sociedad que merece tener voz.