Alberto Lleó, coordinador del programa de Alzheimer en el área de Enfermedades Neurodegenerativas del CIBER (CIBERNED) del Hospital Sant Pau, ha enfatizado la importancia de perfeccionar el diagnóstico temprano y mejorar el acceso a innovadores medicamentos para el Alzheimer, como lecanemab o donanemab. Estos fármacos, que incluyen ‘Leqembi’ (lecanemab) de Eisai y ‘Kisunla’ (donanemab) de Eli Lilly, han sido diseñados para actuar en las primeras etapas de la enfermedad y modificar su trayectoria, aunque no están recomendados para pacientes con dos copias de la variante genética APOE4 debido a un incremento en el riesgo de reacciones adversas.

El desarrollo de estos tratamientos marca el comienzo de una nueva era en la lucha contra el Alzheimer, comparable a los avances observados en enfermedades como el cáncer o la esclerosis múltiple, según Lleó. Este cambio paradigmático se acompaña de la necesidad urgente de establecer criterios claros para el diagnóstico precoz y la monitorización de los efectos secundarios. Además, se está investigando la relación entre el virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) y el Alzheimer, lo que podría abrir nuevas vías de prevención y tratamiento.

Eva Carro, coordinadora en la Unidad de Neurobiología del Alzheimer del Instituto de Salud Carlos III, ha resaltado investigaciones que sugieren que los tratamientos antivirales para el herpes labial podrían disminuir el riesgo de desarrollar Alzheimer. Otro estudio relevante ha permitido crear un mapa detallado del riesgo genético de Alzheimer a partir de datos de casi 100,000 personas de diversas regiones del mundo, identificando nuevos genes asociados a la patología.

Un estudio adicional coordinado por el CIBER ha examinado cómo las lipoproteínas en el líquido cefalorraquídeo transportan colesterol a las neuronas en personas con Alzheimer, encontrando que su eficiencia está comprometida, especialmente en aquellos con la variante genética APOE4, lo que subraya la complejidad del manejo de esta enfermedad.