La selección española femenina de balonmano venció (25-33) a la de Eslovaquia a domicilio este jueves dando continuidad a la renovación del equipo de cara a la fase de clasificación para el Europeo de 2026 y el Mundial de finales de este año.
Las ‘Guerreras’, en busca del terreno perdido en el escaparate internacional, iniciaron una nueva fase camino al Mundial con nuevas caras y una gran primera mitad, donde dejaron en diez goles (10-18) a las locales. Las de Ambros Martín volverán a medirse con Eslovaquia el sábado en el Trencin Sports Hall.
El primer asalto, en el Zilina City Sports Hall, supuso el debut absoluto de Lucía Prades, Olaia Luzuriaga, Raquel Moré y Belén Rodríguez. Estrenos que se saldaron con nota, con la intensidad y las señas de identidad que busca el técnico canario en las nuevas ‘Guerreras’, después de caer en la primera fase del Europeo 2024.
Pese a la baja de Danila So Delgado, Lysa Tchaptchet, de regreso a la selección desde París 2024 y compartiendo plantel con su hermana Lyndie, junto a Elba Álvarez, Ester Somaza y Paula Arcos, lideraron el ataque en un triunfo coral, con espacio para las probaturas en especial en el segundo tiempo, donde Martín comprobó la amplitud de recursos de su plantilla.
«Fuimos muy superiores desde el inicio, con defensa anticipativa, transiciones rápidas y minutos de calidad para las nuevas, que ya han demostrado que pueden aportar», afirmó Martín en declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Balonmano.
El seleccionador nacional reconoció que en la segunda parte se bajó el ritmo. «Ellas apretaron más, pero nunca se acercaron en el marcador», afirmó, contento con los debuts. «Las porteras debutantes estuvieron muy acertadas y jugadoras como Raquel Moré aprovecharon su oportunidad. Lo más importante: sin lesiones», dijo.
«Queremos simular la alta competición, como en un Mundial, manteniendo la intensidad en dos partidos consecutivos», añadió, pensando en el segundo amistoso ante las eslovacas.