Mattias Skjelmose (Lidl Trek) se hizo con la victoria en Vianden, final de la tercera etapa del Tour de Luxemburgo, tras un duro día de carrera en el que se produjo una gran agitación en la clasificación general, con el propio Skjelmose como nuevo líder de la carrera tras la considerada etapa ‘reina’.
El pelotón tuvo que hacer frente a tres ascensiones a la Montée de Niklosbierg en un circuito exigente que, unido a los ataques de Søren Kragh Andersen, fue suficiente para dinamitar la carrera. Se formó un grupo selecto al frente de la carrera, que incluía a Skjelmose y a su compañero de equipo Toms Skujins.
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Un ataque tardío de Marc Hirschi [Tudor] parecía prometedor, pero fue atrapado en el último kilómetro de la subida hacia la meta gracias al trabajo de Skujins. Skjelmose esperó pacientemente a rueda de Brandon McNulty, realizó su movimiento en los últimos 150 metros y aguantó a Jegat [Totalenergies] hasta la línea de meta.
«Fue un final difícil», dijo Skjelmose. «Todo el mundo sabía que si atacabas pronto tendrías la moto delante y Marc [Hirschi] estaba muy fuerte y era difícil cogerle la espalda. Por suerte Brandon [McNulty] empezó pronto su sprint y pude adelantarle en el último momento. Toms lo ha hecho muy bien hoy, hemos hablado antes porque yo no me encontraba muy bien y le he preguntado si podía ganar y me ha dicho que no, que íbamos a por todas. Al final sólo he tenido que ejecutar el plan».
El hasta ahora líder, Romain Gregoire, no pudo aguanter el ritmo de los mejores en las rampas del Niklosbierg y cedió más un minuto, dejando el amarillo en la espalda de Skjelmose.
El Tour de Luxemburgo afronta este sábado una etapa clave, una contrarreloj individual de 26 kilómetros, antes de la última etapa el domingo en la capital del ducado.