Un bofetón de pretemporada, el primero de una lista que se espera corta. Cierto que se produce en la fase de preparación, pero el caso … es que escuece. Sin llegar al dolor del orgullo destrozado, pero con esa ceja alzada en señal de contrariedad. Tres cuartos de dominio rival y un último de maquillaje anotador. El Baskonia cedió en su tercer ensayo ante un Valencia Basket que se hizo dueño y señor de la primera semifinal del Torneo EncestaRías que se celebra en Pontevedra.

Este Baskonia que quiere correr e imprimir la máxima intensidad a su baloncesto se topó con una escuadra taronja con muchísima mayor capacidad para desplegar su energía a ambos lados de la cancha. Dos equipos en pleno rodaje, con su cuota de bajas a cuestas pero con la balanza decantada de manera diáfana a favor del equipo de Pedro Martínez. Todo un mundo por ajustar para el mecánico Galbiati y su nutrido cuerpo técnico. Un golpe sin consecuencias, pero que también enseña que apenas se han andado unos metros en el largo camino hacia el orden y la dureza baloncestísticas a la que obligan los objetivos del club vitoriano.

Baskonia

Baskonia:Forrest (13), Joksimovic (10), Diallo (12), Frisch (8), Diop (8) –quinteto inicial–; Diakite (9), Villar (3), Luwawu-Cabarrot (14), Spagnolo, Hrabar y Samanic (7).

84

99

Valencia Basket

De Larrea (12), Moore (10), Puerto (15), Sako (4), Pradilla (6) –quinteto inicial–; Taylor (17), Reuvers (11), Sima (5), Thompson (3), Iroegbu (5), Costello (11) y Nogués.

  • Parciales:
    17-36, 20-24 (37-60), 23-23 (60-83) y 24-16.

  • Árbitros:
    Cortés, Jorge Martínez y David Sánchez. Eliminado por faltas Diallo (m. 33).

  • Incidencias:
    Primera semifinal del Torneo EncestaRías, que se disputa en el Pabellon Municial de Pontevedra.

En la escuadra vitoriana faltaban Markus Howard, Tadas Sedekerskis y Rodions Kurucs, pero tampoco estaban en el bando contrario piezas de valía como Jean Montero, Brancou Badio o Xavier López-Aróstegui. Igualado el cartel de bajas, quedó claro que la amplitud de plantilla es un privilegio que puede pagar el Valencia Basket y que el Baskonia trata de maximizar sus piezas mientras sigue a la espera de contratar a un base que se hace esperar.

Se precisa un base

Al fin y al cabo, si algo dejan entrever los dos amistosos disputados ‘a puerta abierta’ es que Paolo Galbiati agradecería la llegada de ese ‘manejador’ pendiente de contratación y que parece escabullirse en un mercado implacable para la disponibilidad económica azulgrana.   

En lo que respecta a la incertidumbre en el marcador, el encuentro quedó resuelto en el primer cuarto con la aplastante superioridad taronja, que colocó en el marcador un lacerante 17-36 en contra de los vitorianos una vez consumidos los diez minutos iniciales. Son registros y sensaciones que supondrían una pesadilla más avanzado el calendario. Menos mal que siempre queda el recurso de recordar aquello de que ‘estamos en pretemporada’, un eslogán que no solo vale para el plantel de Galbiati, sino también para el Valencia Basket.

De sangre caliente

Diallo, extremo en su rendimiento y eliminado por faltas, fue la señal más clara de pulso azulgrana

Con Spagnolo y Luwawu-Cabarrot ya disponibles, el Baskonia intentó, sin éxito, mantenerse en pie para pelear un partido que se le escapó demasiado pronto. Mientras los vitorianos intentaban dar sentido a su juego de ataque, los triples de Josep Puerto y la calidad de Kameron Taylor permitieron abrir una brecha abismal que en ningún momento de acercó a suturar el Baskonia. Intentó correr el conjunto azulgrana hacia adelante, pero le faltaron fuerzas y piernas para contentar las continuas transiciones del Valencia Basket, más armonioso y con una velocidad de ejecución más alta y precisa.

Hamidou Diallo encarnó la vena más extrema de un conjunto vitoriano de factura lánguida. El alero de Queens cometió su cuarta falta en el segundo cuarto, aguantó hasta el último con momentos de brillo y algún exceso de frenada antes de cometer la quinta y ser castigado con un técnica. Para bien o para mal, fue la señal más visible de pulso en las filas azulgranas. Por lo demás, alguna pincelada de calidad de Diakite, el rotundo triple de Joksimovic para cerrar el segundo cuarto y una visión general de baloncesto nublado, mucha descoordinación y una falta de ritmo patente. El Valencia Basket controló el encuentro desde el rebote y a través de una circulación de balón óptima que relanzó su su producción triplista en la primera parte. Quedó el cuarto final para que el Baskonia recuperara sensaciones, pero sin llegar a acercarse con claridad en el marcador.