La Laver Cup arranca este viernes en una edición, nuevamente, prometedora. Como siempre, Europa se enfrenta al Resto del Mundo en una competición que mezcla espectáculo, estrategia y un alto nivel competitivo. Este año, muchas de las miradas están puestas en la posible pareja de dobles entre dos pesos pesados del circuito: Carlos Alcaraz y Alexander Zverev.
Ambos entrenaron juntos esta semana, dejando imágenes que han generado ruido en las redes sociales. En uno de los vídeos publicados por la organización, se vio a Tim Henman, ahora vicecapitán del equipo europeo, observando con atención los movimientos de la improvisada dupla. Su comentario, captado por micrófonos cercanos, ha sido objeto de debate. “Lo que acaban haciendo es jugar individuales en una pista de dobles”, dijo mientras charlaba con Yannick Noah, quien debuta como capitán tras el retiro de Björn Borg.
Alcaraz en la Laver Cup de 2024EFE
La observación de Henman no es gratuita. Alcaraz y Zverev, aunque consolidados como dos de los jugadores más dominantes en individuales, rara vez participan en competiciones de dobles. El español, actual número 2 del mundo, ha mostrado destellos de talento en esta modalidad, pero no es su terreno habitual. Zverev, por su parte, también ha coqueteado con el dobles, pero sin una trayectoria sostenida.
Durante el entrenamiento, se pudo ver a ambos interactuar con intensidad, buscando compenetrarse en la red y coordinar sus desplazamientos, aunque no sin dificultades. Y es ahí donde Henman clavó su dardo. Ambos son dos grandes gladiadores del juego individual, pero aún están aprendiendo a compartir el espacio, la táctica y el ritmo que exige el dobles de alto nivel.
Henman, con su comentario, quizá no buscaba criticar, sino más bien señalar una realidad táctica. El dobles no es simplemente un uno contra uno duplicado. Exige sincronía, reflejos distintos, coberturas de pista más inteligentes y una química que muchas veces supera al talento bruto. Jugar en paralelo no es lo mismo que jugar en tándem.
La Laver Cup, un formato que exige adaptación
La Laver Cup no es un torneo convencional. Requiere que las estrellas, acostumbradas a brillar por separado, se alineen como un solo equipo. A lo largo de tres días, se disputan tres partidos de individuales y uno de dobles cada jornada. Las victorias del viernes valen un punto, las del sábado dos, y las del domingo, tres. El primer equipo que sume 13 puntos se lleva el trofeo. Si hay empate a 12, todo se decide en un partido final de dobles.
Casper Ruud y Alexander Zverev durante una práctica en la Laver Cup. (AP Photo/Jeff Chiu)
La edición 2025 de la Laver Cup también marca el inicio de una nueva era en los banquillos. Yannick Noah y Andre Agassi toman el relevo de dos leyendas como Björn Borg y John McEnroe. Noah, carismático y con experiencia en liderar equipos parece apostar por la energía juvenil y la diversidad de estilos. Mientras tanto, Agassi, con su visión analítica y enfoque psicológico, buscará exprimir al máximo el talento explosivo de su plantilla.
En ese sentido, la formación de parejas de dobles será clave. El Team World parece tener opciones más naturales, como la dupla de Taylor Fritz y Alex de Miñaur, o incluso la inclusión de un gigante como Reilly Opelka para dominar en la red. En cambio, Team Europe tendrá que decidir entre apostar por el potencial de sus estrellas o buscar combinaciones menos glamorosas pero más efectivas.