Sara Medialdea

19/09/2025


Actualizado a las 19:59h.

Un grupo de personas, algunos con pancartas de sindicatos como CC.OO. o CGT y camisetas de la marea verde por la educación pública, han recibido a gritos de «sionista» a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, a las puertas de la Universidad de Alcalá de Henares, donde ha acudido a la apertura oficial del curso académico. Los manifestantes lanzaban todo tipo de consignas, desde llamar a Díaz Ayuso «cómplice del sionismo» como señalar que «ni de Ayuso ni de los rectores; la universidad, de los trabajadores». Sus voces se mezclaron con los que, bandera de España en mano, esperaban también a la presidenta, y la recibieron gritando: «Ayuso, Ayuso».

En su intervención durante la apertura del curso académico, ha destacado poder hacerlo precisamente en Alcalá de Henares, «la única universidad española patrimonio de la Humanidad», que recibió este título «después de Harvard, Oxford y Cambridge», y en la que han estudiado «Antonio de Nebrija, Lope de Vega» y otros muchos grandes nombres de la historia de España. Ha recordado que todo su equipo se ha formado en la universidad pública y ha insistido en que «nadie sobra». Su Gobierno, ha insistido, siempre llama «al trabajo conjunto, y no a la politización, ni a la cancelación que es un eufemismo para la censura». Y no va a consentir «que se instrumentalicen los centros educativos para la ingeniería social, ni para la guerra ideológica» porque «la educación no es compatible con las consignas, la manipulación, ni la colectivización revolucionaria. Mucho menos para las coacciones de ningún tipo: ni laborales, ni el hostigamiento de palabra, ni con violencia física».

Desde que se supo de la convocatoria de esta concentración, en la tarde de ayer, el equipo de la presidenta protestó, y llegó a hablar de un delegado del Gobierno en Madrid que «ya es kale borroka», por esta protesta que pretende, opinaban, que «como Sánchez no puede pisar la calle, que no al pise nadie». No tardó en responder el delegado del Gobierno, que en un tuit aclaró que «en España el ejercicio del derecho de manifestación no requiere de autorización previa», y le recriminó a la presidenta: «Deje de manosear tan frívolamente la violencia».

Los convocantes eran no más de un centenar, pero con un excelente equipo de megafonía, desde el que han repetido decenas de consignas de muy diferentes signos; algunas pancartas incluso, consideraban en Sol, podían rozar el delito de odio, señalaban fuentes cercanas a la presidenta: «Ayuso, sionista, estás en nuestra lista».

Pero además de las relativas al conflicto entre Israel y Palestina y las matanzas de Gaza, otras respondían a diferentes reivindicaciones: «Fuera la empresa de la universidad», «fuera Policía de la universidad», «PSOE-PP, la misma mierda es», «Gobierne quien gobierne, la uni se defiende» o «Ni de Ayuso ni de los rectores; la universidad, de los trabajadores».

En su intervención, ha recordado Díaz Ayuso que la universidad del futuro ha de ser «universal», y que la nueva ley para este nivel «tenderá los puentes necesarios con la FP, las escuelas de negocios, las enseñanzas artísticas y deportivas; nadie sobra, y la universidad siempre ha sabido ser punta de lanza»·. Además, se renovará la financiación de las universidades, que incluirá «una financiación básica, otra por necesidades específicas y otra por objetivos».

Ha propuesto nuevas iniciativas de colaboración público-privada porque «es necesario apostar por la formación dual universitaria», para lo que ha destacado el papel que va a tener el nuevo campus de la Universidad Politécnica en San Sebastián de los Reyes, centrado en ingenierías y muy próximo a las empresas del sector.

El rector de la Universidad de Alcalá de Henares, José Vicente Saz Pérez, ha reafirmado el papel de las universidades para «formar a las nuevas generaciones para que sean capaces de enfrentarse a la incertidumbre y los desafíos de los nuevos tiempos». No se ha olvidado de reclamar un modelo de financiación mejor, tras recordar que las universidades públicas sufrían por este motivo desde la crisis del 2008, de la que aún no se habían recuperado, y por las inversiones públicas que aún no cubren las necesidades.

La lección inaugural del curso la ha impartido Ignacio Martínez Mendizábal, catedrático de Antropología Física de la Universidad de Alcalá, que bajo el título ‘De huesos viejos y piedras rotas’ ha hilado una bellísima historia con Benjamina y Tina, dos niñas de la prehistoria aquejadas de un retraso motriz e intelectual la primera, y de Síndrome de Down la segunda, que no sólo no fueron rechazadas por sus coetáneos sino que las cuidaron y protegieron, con lo que pudieron llegar vivas hasta los 10 y los 11 años. El catedrático ha recordado que «todos somos corredores de una larguísima carrera de relevos» con la misión de llevar el testigo hacia adelante, y ha abundado en que los seres humanos nacemos libres e iguales y para asegurarlo hay que promover un libre acceso a la educación, donde formar a personas libres e iguales.

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