Laura A. Izaguirre
Con la colaboración del departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco
Sábado, 20 de septiembre 2025, 01:07
| Actualizado 10:00h.
Hay comercios que se convierten en pequeños refugios, tanto para quienes los regentan como para sus clientes. La Librería Liber 2000 lo fue para Janire García en un momento vital complicado. «Soy contable y llevaba 10 años trabajando en una asesoría, hasta que mi salud mental y física empezó a resentirse y vi que necesitaba un cambio», recuerda. Lectora empedernida, «la ilusión de mi vida siempre había sido tener una librería, así que empecé a preguntar, a mirar locales y a tantear la inversión que se necesitaba», confiesa.
Pero entonces, como pasa muchas veces en la vida, entró en juego la casualidad. «La propietaria de mi librería de confianza es amiga, y al comentarle mi idea me animó muchísimo. Un día me mandó un mensaje: ‘Janire, vente para acá que ya tienes librería’». La persona que regentaba hasta entonces Liber 2000 en Portugalete se jubilaba y buscaba a alguien que cogiera el testigo. «En el momento en que supe qué establecimiento era dije: ‘Tengo que hacerme con ella sí o sí’».
Lo demás es historia y con el apoyo de la Cámara de Comercio y del programa ‘Berriz Enpresa’ del Gobierno vasco dirigido a facilitar el relevo generacional en el comercio comenzó a andar un camino «que medité mucho». Fue un proceso «muy intenso», pero «me asesoraron en todo», desde los pasos que tenía que dar para empezar hasta diferentes temas relacionados con la gestión. «Más cosas no he podido preguntarles, y han sido un gran apoyo», admite. Ellos y la persona que le traspasó el negocio, con quien estuvo durante todo 2023 aprendiendo, codo con codo.
Pese a todo, la incertidumbre de quien da el paso del emprendimiento es inevitable, más aún en un negocio como este y en una época en la que priman las pantallas. «Yo me decía: ‘A mí me gusta leer y hacerlo en papel, pero… ¿la librería funcionará?, ¿vendrá la gente o todo el mundo se compra ebook o los descarga?’. Y la verdad es que me ha sorprendido gratamente porque empecé en 2024 y este año ya he notado que se venden más libros y la gente me dice que prefiere leer en papel», se congratula.
«Muchísimo trabajo»
De hecho, en este año y medio Janire puede presumir de tener muchísimo trabajo. «Cuando cogí la librería me decían ‘¡Ay, qué bien, te vas a pasar el día leyendo!’, y es cuando menos lo estoy haciendo de toda mi vida; vamos, que he pasado de leer 30 libros al año a unos 10. No me dan las horas, pero mi balance es muy positivo porque además de estar mucho más relajada a nivel de salud, me gusta muchísimo lo que hago, la gente está respondiendo bien al cambio y me estoy haciendo una clientela fiel», hace balance.
Janire afronta así un presente en el que admite que «me gustaría acabar de coger el punto a la gestión» y un futuro que se vislumbra prometedor. Además de libros, en Liber 2000 hay material escolar, papelería y juegos de mesa. Pero lo que hace especial a esta librería portugaluja es su apuesta por lo diferente. «Quiero crear una sección importante de cómics y novela gráfica, y traer literatura independiente de editoriales más pequeñas y desconocidas que tienen libros que valen mucho la pena para que la gente descubra novelas nuevas y apostar por el ‘friquismo’, la fantasía, la ciencia ficción…», augura Janire. Y no sólo eso sino que «me gustaría exprimir la librería al máximo y convertirla en un centro en el que se reúna la gente a hablar de libros, a hacer presentaciones, clubs de lectura, talleres…», concluye.
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