“Voy a mejorar el quinto puesto de los Juegos de París. Iré a muerte a por todas”, decía Moha Attaoui en AS antes de saltar incluso a las series en el tartán del Estadio Olímpico de Tokio. Y el ‘Correcaminos de Torrelavega’, ese prodigio que parece un personaje de dibujos animados cuando sus piernas aceleran y empiezan a subir revoluciones, no pudo cumplir todo su objetivo y tuvo que conformarse con el mismo lugar de París 2024, con un tiempo de 1:42.21, a 0.26 del bronce, tras una final de 800 metros explosiva y emocionante, “puro fuego” con el oro olímpico Emmanuel Wanyonyi en plan ‘front runner’, dominando de principio a fin

El plusmarquista español de las dos vueltas (1:42.05; destrozando por más de un segundo y medio el 1:43.65 de Saúl Ordóñez en 2018), plata continental en Roma 2024, fue fiel a su estrategia, esa que recibe críticas porque le hace pasar último a falta de 400 metros, pero que resume a la perfección cómo es Moha: un cable de alta tensión.

Puro nervio, inquietud, ansia… velocidad. Cuando se activa no puede reducir, un fuego artificial al que ya le han prendido la mecha. “Me siento cómodo y no me supone esfuerzo. Gasto muy poco, meto un mini hachazo y me pongo adelante”, dice. La kriptonita para dañar a Attaoui es precisamente lo que hizo el keniano. Salir a toda pastilla pasando el 400 en 49.26. Una barbaridad que desactiva gran parte de las armas rivales. ACME tenía estudiado al ‘Correcaminos’. Oro del africano con récord de los campeonatos (1:41.86), con el argelino Sedjati pegado (1:41.90), y algo más lejos el canadiense Arop (1:41.95). La medalla de chocolate se la llevó el sorprendente irlandés McPhillips (1:42.15), que batió de nuevo la plusmarca nacional de su país.

“No cambiaría nada de mi carrera, creo que he corrido bien. He pasado el 200, el 400 y el 600 exactamente como quería, teniendo en cuenta el tipo de carrera que es el que menos me beneficia, y cuando he visto el hueco por el interior he dicho: ‘Gano’. Pero he tenido que sacar el brazo con Masalela y ese frenazo me ha salido caro en el último 100. No ha podido ser y lógicamente no estoy contento porque quería algo más. Wanyonyi ha salido a toda mecha, no sé si por lo que vio en la semifinal, pero él puede hacer 1:41 corriendo solo reventando a todos y dejando sin cambio al resto. Ha sido como un ‘dejá vu’ de París con los tres mismos en el podio. Me he visto mucho más cerca y peleón que en París, pero tampoco ha podido ser”, decía en zona mixta el español.

El coyote atrapa al correcaminos Moha Attaoui se lamenta al final de carrera.JEWEL SAMADNoticias relacionadas

Nacido en la localidad marroquí de Beni Melai, Moha llegó a Cantabria con seis años, empezó a correr todos los croses de Torrelavega con diez, y ahora vive en Saint Moritz (Suiza) por el contrato como atleta profesional que firmó con ON a través de OAC Europe, equipo que también cuenta con Marta García, Laura Luengo y la fisioterapeuta Claudia Levoni (exatleta). Todos ellos dirigidos por el entrenador alemán Thomas Dreissigacker, que se deshace en halagos con Attaoui: “Es un atleta realmente explosivo con un gran potencial de resistencia. Es un talento grande”. Y tendrá más oportunidades de sumar medallas. El Correcaminos siempre acababa escapando del Coyote.

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