El amor se puede encontrar en cualquier momento de nuestra vida cotidiana. Eso es lo que nos demuestra Isaac Rosa con su última novela “Las buenas noches”. El escritor sevillano, autor de obras como “¡Otra maldita novela sobre la guerra civil!” o “El vano ayer”, nos narra una bonita historia donde los dos protagonistas se conocen en plena noche de insomnio. No tardarán en descubrir que dormir juntos será la única solución posible a su problema común. Así, se fragua una peculiar relación donde el enamoramiento surge a raíz del sueño, y no del sexo.
PREGUNTA: Está claro que estamos ante una historia de amor.
RESPUESTA: Es una historia de amor atípica. De hecho, quizá más bien parezca una historia de amor sin serlo. Estamos ante un relato en el que dos personas, un hombre y una mujer, se conocen una noche en un hotel a raíz de que ambos no pueden dormir. Empiezan a intimar y acaban yéndose juntos a la cama, pero se quedan dormidos. Pronto descubrirán que el insomnio que padecen se soluciona durmiendo juntos. Ahí se inicia una relación que tiene todas las características propias de una aventura amorosa, pero con matices.
P: En la actualidad, hay una gran fiebre por las novelas románticas, especialmente entre los jóvenes. Pero en “Las buenas noches”, hay un elemento típico de este tipo de relatos que no aparece: el sexo.
R: En lo que parece una historia de amor como esta, se puede discutir si los protagonistas son amantes o no. Cuando quitas una pieza central, como es el sexo, parece que de repente todo se ve de forma distinta. En este caso, quitamos el sexo y lo cambiamos por el acto de dormir, lo cual lo hace todo aún más diferente. Normalmente, dormir va un paso después del sexo, pero los personajes se saltan esto. Yo creo que esto hace que miremos de otra manera la relación, hasta el punto de que no sabemos cómo definir lo que tienen. En “Las buenas noches”, dormir deja de ser un simple acto de descanso y se convierte en una forma de conexión.
P: ¿Cómo se puede fraguar una relación de esta manera?
R: Pues porque estas dos personas satisfacen juntos una necesidad muy importante. A raíz de este acto, se acaba convirtiendo en algo más, no es que se limiten a dormir y ya está. De ahí surge un entendimiento y una compenetración física y emocional que les lleva a conocerse poco a poco.
El autor sevillano estuvo el pasado miércoles en Zaragoza. Foto: Pilar Álvarez
P: ¿Isaac Rosa duerme bien?
R: No. De hecho yo he escrito este libro porque llevaba una larga temporada de malas noches. El hecho de dormir mal me llevó a pensar en el insomnio como material narrativo, y encontré esta historia con la que evidentemente no me puedo sentir más identificado.
P: Los datos señalan que España es uno de los países que peor duerme.
R: Cuando estás muy metido en un tema, tienes esa atención selectiva que hace que veas y leas esa cuestión. Es sin duda una de los temas del momento. Somos un país con una mala calidad de sueño donde mucha gente se medica para dormir. Yo creo que el mal dormir es un síntoma del malestar social de nuestro tiempo.
P: ¿Tenemos los españoles más problemas que el resto de países?
R: Todo el mundo tiene problemas similares. Lo que tiene que hacernos pensar es por qué en España parece que afectan más al sueño o por qué en nuestro país se toman mucho más fármacos de lo normal. Lo de no dormir tiene que ver con nuestro modo de vida, nuestra organización social y económica, nuestro trabajo y del momento que estamos viviendo como colectivo marcado por la incertidumbre y la inseguridad. Eso crea un cóctel que hace que realmente lo extraño sea dormir bien.
P: Por un lado, tenemos a los médicos que recomiendan dormir 8 horas diarias, y por otro, una corriente que pregona que no es necesario dormir tanto para aprovechar todas las horas del día, ¿qué postura tiene al respecto?
R: La novela se mueve entre las dos posiciones, porque creo que conviven en cada uno de nosotros.
Todos tenemos momentos en la vida en los que no podemos dormir y buscamos algo que nos haga conciliar el sueño. Pero también tenemos momentos en la vida en los que no queremos dormir y queremos estar despiertos más horas. A veces, acabamos haciendo caso a ciertos gurús que te dicen que puedes dormir tres o cuatro horas, incluso te proponen como modelo ciertos personajes históricos famosos que han triunfado. Somos una sociedad muy contradictoria que tiene una relación muy difícil con el sueño.
P: En “Las buenas noches” plantea la cuestión de si el malestar que existe entre la sociedad es causa o consecuencia de la falta de sueño.
R: Yo veo la falta de sueño como una consecuencia del modo de vida que llevamos. Desconozco si en otras épocas se dormía mejor, lo que está claro es que el mal dormir que hay en la actualidad es propio de nuestro tiempo. Por tanto, el insomnio es un síntoma más de un malestar de fondo. Somos una sociedad que vive insatisfecha, que vive agotada, que vive acelerada, que vive estresada… entonces yo creo que todo eso al final sale de alguna manera.
P: ¿”Las buenas noches” nos puede ayudar a dormir mejor?
R: A mí me encantaría que hubiera gente que se quedara dormida con el libro. Es una de las cosas que utilizamos para conciliar el sueño. Yo me conformaría con que sirviera para que la gente que duerme mal se reconociera y viera que hay otra gente que también duerme mal. Así, se sentiría menos sola también. Un libro no sirve para cambiar de repente el sentir de la sociedad, pero sí que puede servir para que cada uno de nosotros empecemos a ver nuestros problemas no como problemas personales, sino como problemas colectivos. Detrás de las malas noches de tanta gente hay problemas comunes y compartidos.
Queremos conocer tu opinión
Comenta las noticias en nuestras Redes: Facebook, Instagram, TikTok, X, Youtube, Linkedin…
Apúntate gratis a nuestro boletín y llévanos en tu móvil descargándote la App o en el canal de WhatsApp.
Y para contacto directo por mail con nuestros periodistas: [email protected]
Porque tú también eres Aragón Digital