Diego Ventura toreando sin cabezada a lomos de Bronce al único toro que mató por la suspensión del festejo.

Diego Ventura toreando sin cabezada a lomos de Bronce al único toro que mató por la suspensión del festejo. ALMEIDA

El centauro de la Puebla finaliza el festejo contrariado, de las dos orejas a las almohadillas: «Ha sido una pena»


Iván Ramajo

Sábado, 20 de septiembre 2025, 20:37

Rui Fernandes, Sergio Galán y Diego Ventura aguantaron el chaparrón de almohadillas mientras cruzaban la plaza, tras suspenderse el festejo del arte del rejoneo por el impracticable estado del piso de La Glorieta. No es que fuera imposible torear a caballo, es que el mero hecho de pensarlo ya parecía una temeridad intentar.

«Yo comprendo a la gente, porque ha pagado…», tomó la palabra el centauro de la Puebla tratando de poner palabras a su decisión, «pero tenemos que ser claros, el ruedo se veía que estaba impracticable para los caballos. Entiendo que en un festejo a pie un torero puede seguir sin mirar el ruedo, pero nosotros no porque las herraduras no dan estabilidad, los caballos se resbalan muchísimo», apuntó con coherencia antes de exponer la situación que podría haber sucedido de haberle dado continuidad al festejo: «Hombre, que te maten un caballo, que le saquen las tripas por una caída, no es plato de buen gusto para nadie. Si el animal no se puede defender, no tiene lógica seguir», reflexionó.

«Ha sido una pena porque la tarde estaba lanzada…», cerró Diego Ventura su defensa de la suspensión.

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