La Copa Intercontinental es una amalgama de estilos de jugar al baloncesto y también de jugadores de medio mundo al confluir equipos de todos los … continentes. Esto permite que haya algunos casos muy singulares, como el que representa Jamarion Sharp, pívot del NBA G League United, el rival del Unicaja en el partido por el título este domingo en Singapur (13.00 horas, RTVE Play).
La altura es el factor diferencial de este jugador de 24 años y unos impresionantes 2,26 metros de altura, que será uno de los grandes obstáculos para el Unicaja en su camino hacia el título en Singapur. Hasta ahora su actuación en el torneo ha sido discreta, pero fue clave con su intimidación en la victoria ante el Illawarra. De momento promedia, cinco puntos, siete rebotes y dos tapones.
El estadounidense es el segundo jugador más alto al que se enfrenta el Unicaja en toda su historia. El récord de los rivales lo tiene el serbio Slavko Vranes, que jugó varias temporadas en el Partizán de Belgrado y al que el Unicaja se enfrentó varias veces cuando el club era un fijo en la Euroliga. Vranes, que luego pasó por la NBA, que ahora tiene 42 años, mide 2,29 metros, aunque en algunos registros como el del Comité Olímpico Internacional le dan 2,26, como Sharp. La referencia más válida es la de la Euroliga, que confirma sus 2,29.
Por sus dimensiones, Sharp es un jugador muy particular. Evidentemente es un gran taponador y promedia tres por partido. En su día firmó un contrato con los Dallas Mavericks, que luego lo mandaron a la Liga de Desarrollo, de ahí su presencia en la Intercontinental. Pese a ser un jugador tan alto, tiene bastante movilidad, pero el Unicaja suele atacar bien a este tipo de jugadores emparejándolos con David Kravish, que se aleja de la ‘pintura’ para lanzar de tres.
El jugador más alto que ha jugado en las filas del Unicaja es todavía Ralph Sampson, que con sus 2,24 metros tuvo un paso fugaz por Málaga, seguido muy de cerca por Nedzad Sinanovic, que jugó en el Clínicas Rincón. El Bosnio mide 2,22 metros.