El Festival de San Sebastián levantó este viernes el telón con una gala inaugural cargada de emoción y también de reivindicación. La noche arrancó con un sentido homenaje a Marisa Paredes, fallecida el pasado 17 de diciembre, pero pronto el foco se trasladó a la guerra en Oriente Medio. Numerosas voces del cine alzaron la suya contra lo que definieron como el «genocidio en Gaza». Sin embargo, el momento más comentado de la noche llegó de la mano de Toni Acosta y Silvia Abril. Las actrices convirtieron su papel de presentadoras en un alegato rotundo en favor del pueblo palestino, provocando una ovación inmediata en el Palacio de Congresos vasco.
«Mostrar nuestro apoyo al Estado de Palestina y denunciar el genocidio que se está cometiendo en Gaza», reivindicaron ante un público totalmente entregado que respondió con un efusivo aplauso.
Más tarde, Eduard Fernández, galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía, también alzó la voz en esa misma línea y fue tajante: «No podemos dejar de denunciar el genocidio», proclamó. En esa misma línea, el protagonista del 47 protagonizó además uno de los gestos más simbólicos de la noche: se colocó un pañuelo palestino y leyó en voz alta los nombres de varios niños asesinados en Gaza, lo que provocó un aplauso prolongado del público.
Eduard Fernández en el Festival de San Sebastián
«Algunos dirán: ‘qué pesados sois con este tema’. Pero no podemos dejar de repetirlo, porque ellos no se van a cansar de matar. Nosotros, al menos, debemos conservar la dignidad como personas», sentenció. Y fue aún más duro: «La barbaridad de dejar morir a los niños de hambre es exactamente igual, lo llames genocidio o como lo llames. Quien no se conmocione frente a las atrocidades que vemos por televisión tiene un profundo problema con su humanidad».
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