Sergio Scariolo (Brescia, 1961) acaba de dejar la Selección española, tras 15 años en los que tocó el cielo, para volver al Real Madrid 23 años después del final de su primera etapa. Le espera un proyecto ambicioso en pleno cambio del baloncesto europeo con la NBA de fondo.
Hace 26 años llegaba al Madrid y atendía a los medios en la pequeña sala de prensa del pabellón Saporta, ahora trabajan en esta ciudad deportiva. Vaya cambio, ¿no?
Sí, un gran cambio estructural, una evolución en todo: arquitectura, tecnología… profesionalización, en general. Literalmente hablamos del siglo pasado; pero a la vez me ha hecho ilusión encontrarme con personas que estaban entonces y que continúan en la sección, en el club o en la junta directiva. Eso también es un nexo de continuidad, un punto de familiaridad.
Salió del Madrid en 2002 sustituido por el seleccionador de entonces, Javier Imbroda, y ahora ha llegado como seleccionador. ¿Ve un paralelismo?
No, solo me acuerdo mucho de Javi Imbroda, lo echo de menos (falleció en 2002), un muy buen amigo.
En 1999 lo contrató Lorenzo Sanz y luego lo renovó Florentino, salió en 2002 con un acuerdo que evitó el juicio y ahora Florentino vuelve a ficharlo 23 años después. Segunda etapa, como la que vivió en la Selección y el Baskonia.
Florentino es la referencia desde hace muchos años de todo el madridismo, sin olvidarme de Lorenzo Sanz, que en su momento fue muy importante. Poco puedo añadir del presi, representa la continuidad en la excelencia. Para mí es un motivo de orgullo haber sido una apuesta personal suya, la de alguien que conoce a las personas y el deporte y ahora considera que soy el adecuado para entrenar a la sección de baloncesto.
Sergio Scariolo, con el redactor de AS, Ricardo González.INMA FLORES
¿Durante la pasada temporada había rumiado el cambio de dejar la Selección para ir a un gran club o buscaba algo que le permitiera compatibilizar ambos cargos?
En esta profesión aprendes a no tener muchas cosas en la cabeza, más allá de lo que tienes entre manos en ese momento. Estaba encantado con la Selección en un momento de recambio generacional muy delicado, pero a la vez muy ilusionante e importante. Me gustaba la experiencia en la televisión (comentarista en Movistar+), las conferencias en empresas… Estaba cómodo, dispuesto a seguir, pero abierto a oportunidades. Me han surgido otras antes que, por razones diferentes, no han llegado a puerto; pero esta era LA (lo remarca) oportunidad.
Cuando el club lo contacta, ¿cómo le venden el nuevo proyecto, revolución incluida?
Mi contacto personal con el club se produce un par de días después de que termine la temporada, y escuché y consideré. Era un momento de transición, Juan Carlos Sánchez todavía estaba operativo, pero el club consideraba modificaciones en muchos sentidos y este verano se han incorporado bastantes profesionales. Vi bien la oportunidad en un momento de un cambio de 180 grados, donde la sensación es que quizá pueda ayudar más. Y no comparo etapas: el pasado reciente ha sido muy exitoso.
“Es un orgullo ser una apuesta personal de Florentino”
Scariolo
Ha firmado un contrato por tres años (ni Laso ni Chus Mateo lo hicieron) para un proyecto a medio-largo plazo. Al margen de los retos deportivos, siempre máximos en el Madrid, ¿qué objetivos se marca?
Este momento de cambio encaja en uno de transición, o pretransición, muy importante en el baloncesto europeo. Vamos hacia una época, la que se decida, pero nueva, con escenarios distintos en la competición, los protagonistas… Y el cambio estructural dentro del club demuestra una modernización y una mirada más hacia la forma de hacer las cosas en la NBA, aunque no sé si llegaremos a eso. Es una perspectiva que está ahí y el funcionamiento general de la sección va en esa dirección. Mi experiencia en la NBA, al margen de las otras que he vivido, puede ser útil ahora.
¿Y en ese escenario encaja lo de un cuerpo técnico tan amplio, con hasta seis entrenadores ayudantes, y las llegadas de Sergio Rodríguez, Martynas Pocius, un director ejecutivo (Paco Robles)…?
Todos los cambios se caracterizan por las caras visibles y las cabezas operativas: Chacho, Martynas, Felipe (Reyes), Paco Robles… Hay una idea de progresar y dentro de eso entra la consideración de que en una temporada tan larga hay muchísimo trabajo para todos, incluido los entrenadores. El número de partidos es parecido al de la NBA, e incluso superior si se compara con los que no juegan el playoff, y el número de entrenadores es la mitad de un cuerpo técnico medio de la NBA, pero es un paso. Y adelante hay que ir.
“Estaba encantado con la Selección, pera era LA oportunidad”
Scariolo
Después de varios años dirigiendo a Sergio Rodríguez en la pista, ¿cómo es tenerle en los despachos?
Me he encontrado a la persona que encarna la manera adecuada de vivir una transición cuando el jugador se retira. Eso tiene un antes, ya en los últimos años de actividad, porque los jugadores intelectualmente cualificados se van preparando. En su primer año sin baloncesto ha vivido un proceso de formación que continúa, pero es un profesional capaz de juntar su experiencia de jugador, su facilidad de trato, con la visión de hombre de baloncesto que ha estado en muchos sitios. Una buena mezcla para un cargo ejecutivo que requiere conocimientos y sensibilidades diferentes.
En lo deportivo, por los resultados, la salida de Chus Mateo, sin entrar a valorar el cambio estructural de la sección, parece injusta tras ganar la Liga con una racha inédita final de 30 victorias en 31 partidos. ¿Eso le añade a usted más presión del entorno?
Después de muchos años con la máxima exigencia, no siento presión añadida. Sé que este club tiene una tradición de éxito y excelencia y eso casa con mi forma de ver las cosas. Para conseguir resultados se necesita una suma de prestaciones de alto nivel por parte del entrenador, los jugadores, el club, el club al construir el equipo… Hay muchos componentes y cada uno se pondrá la presión que quiera.
Sergio Scariolo, en la Ciudad Deportiva del Real Madrid.INMA FLORES
Una reflexión con la que no sé si estará de acuerdo: en la Selección quizá sea más fácil formar un grupo si hay buenos referentes que repiten cada año, pero a la vez el estilo puede estar más condicionado por sus características; en el club es posible que sea al revés, que mantener a los mejores cueste si llega la NBA, aunque a cambio los fichajes pueden orientarse al estilo deseado. ¿Qué quiere hacer en el Madrid en su primera campaña?
Eso es parcialmente cierto, aunque en la Selección estos años he tenido recambios constantes, he hecho debutar casi a 70 jugadores y la mitad de ellos en verano, en una gran competición con poco tiempo para prepararse. En el Madrid es diferente, las decisiones sobre los fichajes las toma el club, aunque obviamente me han consultado todas. Y tienes más tiempo porque no se trata de que en cuatro semanas el equipo esté a tope. La mirada va más a largo plazo.
¿Qué buscan con los fichajes? Uno muy importante es Maledon, ¿eso deja a Feliz más como escolta? Pongo el foco en los generadores porque en las últimas Euroligas han sido claves en los títulos.
Muy acertada la valoración porque la Euroliga demuestra que la calidad, incluso la cantidad, de generadores es absolutamente decisiva en el momento clave para lograr el éxito. Los buenos manejadores nunca son muchos, pero con un sentido lógico, porque si no se generan potenciales frustraciones porque hay jerarquías y prioridades. Dicho esto, conozco a Maledon desde que era un niño porque es de la edad de mi hijo y han coincidido en las selecciones muchos años. Y, a la vez que valoro su versatilidad física para el rol de escolta, me pregunto cuántas veces la gente que dice que tiene una duda sobre si Maledon es un base o un escolta lo ha visto jugar. Si hay un base puro en el baloncesto moderno en su franja de edad, ese es Maledon. Que luego pueda jugar por cuerpo junto a otro base más pequeño… Así como Andrés (Feliz) creo que es más un combo, aunque pueda actuar en las dos posiciones, la idiosincrasia de Maledon no es la de ser un escolta anotador que sale de los bloqueos y tira. Nunca lo ha sido en su vida. Me ha llamado la atención esta especie de leyenda urbana que se difunde. El baloncesto de hoy requiere una cantidad y una calidad de manejo de balón muy alta en la cancha y la puede tener también un pívot. Kyle Hines era un manejador en el puesto de cinco, puedes tenerla en cualquier posición. Cuanto más manejo de balón, mejor.
“El cambio estructural en el club va con la forma de hacer las cosas en la NBA”
Scariolo
¿Les falta ahí un fichaje?
Empezaremos la temporada así y estamos abiertos a una contratación porque, no voy a mentir, ha habido conversaciones con unos cuantos jugadores en esas posiciones (dos-uno) que no han llegado a puerto por razones distintas. Estamos abiertos a lo que pasa en el mercado, pero convencidos de que podemos competir desde ya en la temporada, sobre todo, si los lesionados se recuperan a tiempo. Un jugador clave en esa posición, como Abalde, todavía no se ha entrenado ni un segundo con el equipo.
¿Esa incorporación ya no podría ser extracomunitaria (tienen tres)?
Veremos. La temporada da para mucho y hay jugadores que pueden modificar su estatus.
¿Como Deck?
Pueden producirse cosas.
“Quien dude sobre si Maledon es base o escolta, cuántas veces lo ha visto jugar”
Scariolo
¿Cómo ve a otras tres novedades: Okeke, Lyles y Procida?
Los tres entran dentro de la voluntad de contar con un equipo físico, con impacto y que sea versátil para mantenerlo con distintos quintetos. Chuma (Okeke) es muy polivalente, un cuatro que puede jugar al tres, que tiene muchas cualidades y aún está en evolución. Trey (Lyles) es más experto, con una definición de rol más clara…
Pero puede jugar de cinco, ¿no?
Sí, no lo hemos probado aún, pero tendremos esa opción. Y Gabriele (Procida) es un alero atlético, con gran potencial y todavía joven y con poca experiencia. Un proyecto a medio y largo plazo.
¿Como Izan Almansa?
Almansa es un proyecto más a largo plazo, podríamos decir que es como un two-way, que estará siempre con nosotros entrenándose y mejorando con nuestro cuerpo técnico y, a la vez, podrá jugar en la Liga U (Sub-22).
En una temporada que puede acercarse a los 100 partidos, ¿piezas clave y veteranas como Campazzo y Tavares no sumarán muchos más de 70?
Lo veremos. La cuestión es la acumulación de cargas. Tú puedes jugar 20 partidos de 5 minutos o 10 de 35 y es mucho más pesado esto último. No es tanto el número de partidos, sino la respuesta de cada cuerpo. Esto hoy se hace de un modo científico, una decisión que está casi en manos del área biomédica e intento ceñirme a las indicaciones que nos dan de cuántos minutos consecutivos son recomendable para un jugador, cuántos totales… Obviamente, hay momentos en los que no se puede, pero trato de ser muy fiel a las indicaciones que me llegan.
“Hezonja prefiere jugar de alero y nos puede ayudar a elevar el nivel físico”
Scariolo
Hezonja apura su recuperación, pero parece que su puesto principal será el de alero.
Por un lado, es la posición que él prefiere y como alero nos puede ayudar a que el equipo tenga un nivel físico más alto. Dicho esto, Mario tendrá momentos en el puesto de cuatro, donde ha demostrado un rendimiento muy alto. Deberá reciclarse un poco y el trabajo defensivo va a enfocarse a esa predisposición natural al puesto de alero.
Cuando llegó en 1999, el Madrid no ganaba la Liga desde 1994, era el gran reto, ahora, en cambio, todos miran a la Euroliga. ¿Cómo ve la competición, las posibilidades…?
Me hace mucha ilusión volver a la Euroliga después de dos años. Ahora es una competición diferente porque ha habido un crecimiento brutal con clubes que ya estaban y han multiplicado su esfuerzo con grandísimas plantillas y los que han llegado nuevos han sido equipos de playoff. El cambio es radical en la parte alta y en la baja, esta temporada todos pueden aspirar al playoff y ocho equipos, y me quedo corto, a la Final Four. La mejor competición fuera de la NBA, con un salto de calidad en la fuerza de los candidatos no visto antes en un periodo tan corto.
¿Se marca algún objetivo de salida? ¿Es clave quedar entre los cuatro primeros en la fase regular?
Clave no es nada, lo único es que puedas llegar al último partido y ganarlo. El objetivo es hacer bien cada entrenamiento, competir, crecer en cada jornada… Y, luego, casi siempre, la competición te pone en tu lugar.
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