Mientras Eurovisión se encuentra ante uno de sus momentos más tensos en los últimos años, tras el órdago de varios países- incluido España- a no participar en el festival de este año si Israel sigue formando parte del certamen, Rusia ha celebrado este sábado su festival musical internacional particular, Intervisión.
Se trata del Intervisión, un certamen que llevaba 45 años sin ponerse en marcha, desde la Guerra Fría. El Kremlin, visto lo visto, ha decidido reactivar un festival con el que pretende plantar cara al europeo.
Después de que fueran expulsados de Eurovisión por la invasión en Ucrania en 2022, el Gobierno de Vladimir Putin ha decidido reactivar un festival realizado por la Organización Internacional de Radio y Televisión (OIRT), lo que equivaldría a la UER.
Esta primera edición tras 45 años ha terminado con la victoria de Vietnam, pero con algunos fallos de comunicación durante las votaciones, que no coincidían las votaciones del jurado y las que aparecían en las imágenes.
Putin no dio el cante
Pese al impulso del certamen por parte del Kremlin, Putin no ha estado presente y sí ha estado presente. El presidente ruso no pudo acudir presencialmente al Live Arena de Moscú.
Pero eso no fue un impedimento para que sí entrara en escena. En concreto, al principio del festival. El protagonismo del líder del Kremlin no iba a ser menos durante Intervisión y aseguró que «será uno de los concursos más conocidos y estimados en todo el mundo«.
«Rusia siempre ha sido y sigue siendo un país abierto a la comunicación y a la cooperación creativa. Valoramos nuestras tradiciones y respetamos las de los demás», aseguró.
Recuerdos de Vietnam
Dejando a un lado la postura política- aunque no del todo-, el representante de Vietnam, Duc Phuc, se ha alzado este sábado como ganador en el festival musical internacional de Intervisión.
Pese a esta primera edición en 45 años, los presentadores anunciaron que el próximo año 2026, el anfitrión no será el ganador. El país elegido ha sido Arabia Saudí. Esperemos que con una mejor señal y comunicación a la hora de repartir los puntos.
El vietnamita acumuló 422 puntos, mientras que Kirguistán, representado por The Nomad Trio, obtuvo 373 puntos quedando en segundo puesto, y Dana Al Meer, de parte de Catar, obtuvo 369 en el tercer lugar.
Según recoge EFE, hubo una notable falta de coordinación en la parte de las votaciones entre el sonido, el video y la narración de los presentadores en directo. No coincidían las votaciones del jurado con la imagen que aparecía en antena.
Unos presentadores que fueron los encargados de confirmar, en el último momento, la ausencia de la representante estadounidense Vassy, que canceló por «presión política», según indicaron los conductores del concurso internacional.
«Por razones ajenas a los organizadores y a la delegación estadounidense, debido a una presión política sin precedentes del Gobierno australiano, el cantante Vassy (ciudadano estadounidense y australiano) no podrá actuar finalmente en el concurso», señalaron.
Mientras quedan varios meses moviditos para ver qué ocurre con los participantes de Eurovisión y, sobre todo, si se tomará alguna medida con Israel como ya pasó con Rusia, el Kremlin trata de seguir los pasos del certamen europeo, haciendo el festival que ellos quieren, el que Putin quiere.