Hasta hace no tantos años, industria automovilística fue un refugio lleno de la esperanza de los inversores por encontrar valor en bolsa. Era el paradigma de lo clásico: activos tangibles -los coches-, marcas centenarias y barreras de entrada que impedían el aterrizaje de una competencia clara que diera al traste con años y años de innovación sobre cuatro ruedas. Sin embargo, el desembarco de los fabricantes chinos de vehículos, en su gran mayoría, eléctricos, ha provocado un cambio de guion y hecho que muchos gestores se pregunten si no están ante una trampa de valor. Un interrogante que ahora se proyecta sobre uno de los subsectores de los que vive el coche, los neumáticos. Históricamente olvidadas por el gran capital, las ruedas tienen un peso clave en la cadena de valor de la movilidad global y, sobre ellas, también hay oportunidades.

Después de que la industria estadounidense asumiera una corrección en bolsa desde los máximos anuales superior al 28%, el mercado está empezando a mirar hacia China. El gigante asiático ha consolidado su dominio absoluto en la industria global de neumáticos. Según los últimos datos disponibles, el país de Xi Jinping controla más del 40% del mercado mundial en segmentos como el de camiones y autobuses y coches de pasajeros. En el último año, los fabricantes chinos de radiales exportaron 287 millones de neumáticos semi-acero -los empleados, principalmente, en automóviles de pasajeros y comerciales-, lo que supuso un incremento del 20% interanual, y estableció un nuevo récord que demuestra una capacidad productiva de la región asiática sin precedentes.

Sailun se ha convertido en el símbolo de este ascenso chino, ingresando al top 10 mundial por primera vez en 2025 con un valor de marca de 905 millones de dólares, lo que supone un aumento del 13% en el último año y que le valió a la compañía para superar a Toyo Tires hasta colocarse como la marca de neumáticos china más valiosa del planeta. Y ni los aranceles de Trump o las esquivas de la Unión Europea disuaden a los chinos.

La respuesta de la segunda potencial económica del globo ha sido una relocalización masiva. Para finales del año pasado, más de una decena de compañías chinas de neumáticos habían anunciado o comenzado a construir nuevas fábricas en el extranjero, con una capacidad total superior a los 159 millones de unidades. Una estrategia con la que evitan los aranceles y amplían su presencia en los mercados europeos y estadounidenses con mejores márgenes, tal y como llegaba a asumir hace unas semanas el director global de ventas de Qingdao Tyre, Fuyou G.

De hecho, el desembargo en Occidente de Qingdao Sentury Tire, se ha visto por muchos bancos de inversión como un déjà vu de lo que ha ocurrido en el sector del automóvil con marcas como BYD o SAIC. Según Goldman Sachs, «la ofensiva de los fabricantes chinos de neumáticos no es coyuntural; responde a una estrategia deliberada de ganar cuota a base de precios agresivos y músculo productivo». La compañía china prevé un crecimiento de beneficio del 26,7% en 2025, muy por encima de la media del sector.

A nivel global, el mercado de neumáticos chino se prevé que alcance una cifra de negocio superior a los 66.500 millones de dólares en 2025, lo que implica una tasa de crecimiento anualizado desde 2021 del 5%. No obstante, los márgenes se comprimieron en el último año por primera vez en la historia.

El dilema del inversor

Pero ante este nuevo cambio de paradigma, la industria estadounidense en bolsa ya ha corregido en apenas dos meses más de un 28% en bolsa, tal y como refleja la evolución del índice sectorial Dow Jones US Tires Total Stock Market.

Y todo hace volcar la mirada hacia Europa donde los fabricantes de neumáticos tradicionales como la italiana Pirelli y la francesa Michelin mantienen el tipo a la espera de qué suceda en un futuro no tan lejano. Frente al espejo tienen la experiencia del automóvil: la llegada de las marcas chinas ha tensionado precios, márgenes y cuotas de mercado. Ahí está el dilema: ¿debe el inversor apostar por gigantes consolidados con dividendo atractivo como Michelin (con una rentabilidad del 4,3%) o aceptar que la irrupción asiática les obligará a ceder terreno estructuralmente?

La imagen de la industria es la de un mosaico en el que la evolución bursátil de las principales compañías habla por sí misma. Por un lado, las grandes compañías siguen mostrando una solidez en términos de capitalización, con gigantes como Bridgestone (28.800 millones de euros) y Michelin (22.200 millones) liderando la escena mundial. Sin embargo, los números revelan que no todo el mercado avanza con la misma fuerza: mientras Toyo Tire, en Japón, acumula una revalorización en bolsa de más del 60% en lo que va de año y Bridgestone supera el 30%, otras compañías como Qingdao Sentury en China o Apollo Tyres en India registran caídas notables, del -19,4% y -9,3% respectivamente.

Al tiempo, ser un titán de la industria no asegura nada y menos un mayor crecimiento a futuro respecto del resto de la industria. Según las estimaciones de FactSet, el beneficio proyectado a finales de año muestra incrementos espectaculares en el caso de Goodyear, con un alza prevista del 116%, y crecimientos sólidos para Hankook y Toyo Tire, con avances del 19,6% y 31,3%, respectivamente. A la contra, Apollo Tyres anticipa una caída de casi el 15% de sus ganancias, y Michelin, pese a su tamaño, también espera retrocesos. Las europeas Pirelli y Continental -que esta semana escindía su negocio de automoción-, por su parte, se sitúan en un punto intermedio, con previsiones de beneficio casi planas, lo que refleja un escenario más estable pero con menor dinamismo en un momento de cambio.

Si se atiende a los múltiplos de valoración, el panorama no es menos heterogéneo. Apollo cotiza con un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 15 veces, el más elevado de las compañías analizadas, lo que refleja una mayor exigencia del mercado, mientras que otras como la surcoreana Hankook se queda en apenas 4 veces, lo que sugiere un margen de revalorización considerablemente superior. Michelin, Qingdao Sentury, Continental y Pirelli mantienen su valoraciones en el entorno de las 8 y 10 veces, lo que confirma una estabilidad reconocida por los inversores de cara a los próximos años. 4

En cuanto a la rentabilidad por dividendo, que añade una nueva capa de diferenciación. Hankook es, a día de hoy, una garantía de retribución atractiva para los accionistas son un rendimiento de los pagos cercana al 5%, seguida de Toyo Tire, Pirelli y Michelin, todas con retornos entre el 4% y el 5%. Con todo y con ello, en este punto la norteamericana Goodyear navega a la contra del resto ya que directamente no contempla pagos a los accionistas ahora que concentra todos sus esfuerzos en la reinversión y el saneamiento de los balances.

Las opciones de la gran banca

Por los aranceles de Donald Trump a medio mundo, JP Morgan ha adoptado recientemente una postura de cautela en la industria preocupados por un aumento «potencialmente sustancial» de los precios de las gomas para las ruedas. Al poner negro sobre blanco, la firma de inversión estima que las facturas de los neumáticos en Estados Unidos podrían subir «sustancialmente», dado que el 63% de las unidades vendidas en el país del republicano fueron importadas en el último ejercicio.

Desde HSBC advierten que el sector «ya no es el oligopolio estable que existía hace una década», y subrayan que la creciente competencia asiática está forzando «una nueva normalidad en los márgenes«. Mientras tanto, en Jefferies comentan que la industria puede prestarse a estrategias de inversión value, a pesar de que alertan de que la «trampa de valor» es real porque «no todo lo barato resulta atractivo».

Por su parte, Citi muestra un sesgo claramente asiático, con preferencia por fabricantes japoneses y coreanos. El banco mantiene una recomendación positiva sobre Bridgestone y Hankook, mientras que aconseja infraponderar Goodyear, al considerar elevado el riesgo en el mercado estadounidense por los vaivenes comerciales del Despacho Oval de Trump.

En una dirección similar escriben los analistas de Goldman Sachs quienes ponen el foco sobre la japonesa Yokohama Rubber. En un contexto en el que estima que sus ingresos crecerán en anualmente durante el próximo trienio más de un 6%, superando a la industria local, los estrategas del banco de inversión norteamericano destacan la fortaleza en el segmento de los neumáticos de más de 18 pulgadas y su estrategia de premiumización.

Sea como fuere, el paralelismo entre la industria de los neumáticos y la de la automoción es evidente: igual que los fabricantes de coches europeos han visto cómo los chinos han ido colonizando segmentos clave, los neumáticos podrían estar entrando en un ciclo de deflación de márgenes. Y lo preocupante es que, a diferencia de los vehículos, aquí el branding pesa menos y el precio más.

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