La conservación de la naturaleza necesita aliados; y está bien que las instituciones culturales abracen esta causa, que está definiendo una escala de valores sociales que también seduce a los promotores de experiencias audiovisuales inmersivas, como se encarga de demostrar la muestra Somos naturaleza , que se podrá ver en CaixaForum Barcelona hasta el 6 de abril de 2026
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La defensa de la biodiversidad es un valioso castillo muchas veces desconocido. Pero, por lo visto, los artistas digitales han sabido entrar y descifrar sus códigos, ansiosos de demostrar que las nuevas disciplinas del arte visual pueden servir de antídoto para combatir la ecoansiedad y, a la vez, proyectar las imágenes de la esperanza ante una naturaleza acosada. Poner toda la potencia de estas imágenes al servicio de la vida natural es, en el fondo, reconocerse en el espejo y descubrir que, si se mira bien, la naturaleza es arte.
Se trata de que artistas digitales redescubran la naturaleza con las herramientas de este lenguaje
Las imágenes del National Geographic son el espectáculo en esencia pura, con giros sorprendentes como esa sucesión de ojos de ejemplares de las especies más diversas del planeta que nos interpelan con sus miradas, como si compartieran con el espectador la perplejidad de cuanto les rodea con cámaras por tierra, mar y aire.
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La segunda parte del recorrido quiere ser un poema visual para reflexionar sobre cómo los integrantes de la naturaleza componen una intrincada red de relaciones, en la que desde las células del organismo, hasta raíces o las migraciones de aves están interconectadas mediante una danza invisible que los ecólogos saben interpretar. Así, quedamos convencidos de que solo somos una minúscula pieza del engranaje planetario, pero a veces la pantalla gigante se recrea en el masaje mental o, tal vez, es una invitación a cambiar nuestro imaginario, a empezar de cero, a resetear todo aquello que amenaza ecosistemas frágiles y vivos.
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El mensaje de cambio cultural se concreta en la tercera estancia, donde se despliegan las visiones de la sabiduría ancestral y una bien entendida prosperidad ajena al crecimiento obsesivo. Por una parte, las imágenes inmersivas de algunos de los lugares más bellos del planeta sirven de telón para devolver la voz a la madre tierra (“si faltamos el respeto a la Tierra, un día la Tierra nos perderá el respeto a nosotros”). Y, por otro, se divulga el potencial regenerador de la naturaleza con algunos de los más exitosos proyectos de recuperación ecológica (desde el “renacimiento” del lince ibérico o las tortugas laúd en Trinidad y Tobago).
La exposición ‘Somos naturaleza’ programanda en el CaixaForum de Madrid
CAIXAFORUM / Europa Press
La población mundial de animales salvajes se ha reducido un 70% en 60 años. Y un millón de especies están en peligro de extinción, como nos recuerda la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes). La causa: la destrucción de hábitats, la sobrexplotación, el cambio climático, la contaminación y las especies invasoras.
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El debate no está cerrado. Ni esta exposición le pondrá fin. ¿Qué puede ser más útil para activar la acción y actuar en consecuencia? Está claro que el abuso del esteticismo contemplativo no es la receta, pero tampoco parecer serlo la denuncia descarnada de la catástrofe si es paralizante. Volver a redescubrir la naturaleza, con una nueva mirada, con las renovadas herramientas del lenguaje digital, tal vez sea una clara opción como punto de partida para recuperar el aliento, superar el derrotismo y vencer la ecofatiga.