Un total de 6.482 personas padecen alzhéimer en Canarias. Antes de llegar a este diagnóstico, los pacientes con sospechas deben enfrentarse a dos barreras importantes: las largas listas de espera y la escasa coordinación entre niveles asistenciales. Como consecuencia, muchos de estos isleños tardan hasta un año en visitar al primer especialista. Esta es una de las conclusiones que se extraen de dos estudios mapEA y Alma-Care presentados por la farmacéutica Lilly, en los que han participado 140 expertos de diferentes especialidades y de todas las regiones de España, diez de ellos procedentes del Archipiélago.

El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, por lo que desde que aparecen los primeros síntomas el paciente comienza una carrera contrarreloj. Casi un tercio de las personas que sufre un deterioro cognitivo o una demencia leve progresa al siguiente estadio clínico de la enfermedad en un año.

En Canarias, todos los expertos consultados en el proyecto mapEA coinciden en que las principales trabas para obtener un diagnóstico temprano y preciso son la falta de tiempo en consulta y el poco conocimiento de la patología por parte de los profesionales sanitarios. A estos impedimentos, se suman también las limitaciones en las infraestructuras del sistema y la reticencia de pacientes y familiares (62,5%).

Asimismo, aunque los profesionales indican que existe un protocolo de derivación desde Atención Primaria hacia Neurología o Geriatría, siete de cada diez encuestados destacan que no es fácil aplicarlo: la espera para la derivación tras la sospecha en Atención Primaria supera los seis meses, a los que se suman hasta otros seis más para la primera consulta hospitalaria. Asimismo, el 45% de los participantes considera insuficiente la información en fases iniciales, y el 56% detecta carencias en la planificación de decisiones anticipadas.

Regiones peor paradas

El director científico del Centro de Investigación y Clínica Memoria de la Fundación CITA-Alzheimer, Pablo Martínez, sostiene que el código postal influye en el acceso a un diagnóstico a tiempo y certero. «En España hay zonas en las que la coordinación entre Atención Primaria, la atención especializada y, más aún, la atención superespecializada en deterioro cognitivo, es más ágil y eficaz que en otras», argumenta.

En este sentido, el facultativo resalta que el diagnóstico ha mejorado de manera notable en la última década, pero defiende que aún queda mucho trabajo por hacer para acercar a la población los avances en la investigación.

Esfuerzo de la Consejería

La Consejería de Sanidad, por su parte, no quiere quedarse atrás y subraya que ha puesto en marcha diversas herramientas para mejorar la prevención y la detección precoz de esta afección. La más reciente, la Estrategia de enfermedades neurodegenerativas de Canarias 2025-2028, un documento científico y técnico, elaborado en conjunto por un equipo del Servicio Canario de Salud (SCS) y por asociaciones de pacientes, en el que se establece el marco de actuación a desarrollar en los diferentes niveles asistenciales de la sanidad pública.

En la misma línea, señalan que, a nivel asistencial, el seguimiento se lleva a cabo de manera coordinada entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria. Así, desde el momento del diagnóstico, el equipo del SCS debe diseñar un plan individualizado de atención para cada paciente, que incluya indicaciones terapéuticas, valoraciones y evaluaciones integrales. Para atender a estos pacientes, los sanitarios cuentan también con el Manual de Actuación en la Enfermedad de Alzheimer y otras demencias.

Pese a los esfuerzos hechos por la Consejería en los últimos años, los profesionales encuestados en el estudio MapEA aseguran que la mayoría de las herramientas identificadas en Canarias tienen más de cinco años de antigüedad y apenas han sido actualizadas. En una línea similar, perciben que las herramientas nacionales se implementan poco y se conocen poco.

Más recursos

Eso sí, el informe resalta que, en comparación con 2017, el Archipiélago ha experimentado un notable incremento en los recursos tecnológicos de salud: el número de TACs ha aumentado de 33 a 40, los RMs de 24 a 39, los SPECT de 6 a 13 y los PET de 3 a 5. Aunque los sanitarios encuestados consideran que es necesario maximizar el uso de las máquinas disponibles.

Este grupo de expertos –entre los que se incluyen el presidente de Alzheimer Canarias, médicos de familia de centros de salud de las Islas, neurólogos de hospitales públicos y centros privados, psiquiatras y trabajadores sociales, entre otros perfiles– también han lanzado una serie de recomendaciones para mejorar el abordaje de la enfermedad en el territorio insular. Según recoge el documento, lo ideal sería alcanzar una mayor sensibilización y más conocimiento sobre la afección en Atención Primaria, así como lograr un mayor acceso a tratamientos no farmacológicos.

Entre los retos pendientes, resaltan también la disminución de los tiempos de espera, la agilización de procesos burocráticos y el seguimiento en etapas avanzadas ante la falta de acceso a equipos especializados en dar continuidad a la atención, como podrían ser geriatría o cuidados paliativos.

La enfermedad en datos

Hoy en día, la enfermedad de Alzheimer afecta a 6,9 millones de personas en Europa. Para 2050 se espera que esta cifra prácticamente se duplique debido al creciente envejecimiento de la población. Aunque hacerse mayor sea el principal riesgo, se han identificado algunos factores genéticos o ambientales que podrían estar implicados en el desarrollo de este tipo de enfermedades. La probabilidad de padecerlo también es mayor en fumadores o en aquellos pacientes con hipertensión arterial, dislipemias, diabetes, problemas de tiroides, depresión, anemia o hiperhomocisteinemia.

En Canarias, el número de casos diagnosticados (6.482) ha experimentado un ligero incremento con respecto al año 2023, en el que la prevalencia se situaba en 6.371 personas.

Por sexos, el 72,2% de las personas que padecen la enfermedad en las Islas son mujeres, frente al 27,8% de hombres. Asimismo, los datos compartidos por Sanidad revelan que el 96,6% de los isleños con alzhéimer diagnosticado tienen más de 65 años.

El alzhéimer es el tipo de demencia más frecuente. En cuanto al resto de estas patologías, en el año 2023 la prevalencia se situaba en 11.993 personas. Del total de casos identificados en las Islas, el 68,87% son mujeres y el 31,13% hombres.

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