Hasta fecha reciente, los libros de ensayo en español acerca de Rusia han tenido un tono relativamente amable. Con contadas excepciones, como las obras de Pilar Bonet escritas durante su trayectoria como corresponsal en Moscú, la producción periodística en nuestro país sobre el gigante euroasiático gobernado por Vladímir Vladimírovich Putin parece siempre aproximarse a su trágica y terrible realidad desde la curiosidad, cuando no la ideología y los marcos mentales preconcebidos.

La lejanía de Rusia y el escaso contacto de las audiencias españolas con el Kremlin y sus prácticas políticas, a diferencia de los países bálticos o del este europeo, ha permitido que en España, el régimen de Putin sea percibido como «autocrático» o «dictatorial», adjetivos que hacen justicia de forma muy parcial a un sistema político instalado desde hace años en una realidad paralela, que además presenta un elevado grado de criminalización de sus estructuras políticas y económicas. 

Xavier Colás (Madrid, 1077), con una docena de inviernos entre las nieves moscovitas, es el primer periodista español en romper radicalmente con esta tradición de buenismo y relatos ideologizados. En ‘Putinistán: un país alucinante en manos es un presidente alucinado’ , el excorresponsal de ‘El Mundo’ en Moscú es capaz de destripar, en 400 páginas repletas de frases brillantes, episodios absurdos y agudas descripciones, el surrealismo político, social y hasta personal en el que se ha sumido Rusia tras la llegada de Putin al poder, girando toda la composición en torno a una idea obsesiva que ha poseído al actual líder del Kremlin: la necesidad de controlar, por las buenas o las malas a Ucrania, al país vecino, cuya existencia considera una suerte de aberracción histórica. «En el mundo en el que creció Vladímir Vladimírovich Putin, Ucrania no era un país», se lee en las primeras páginas.

Ciberataque a Estonia

Para Colás, la guerra de Ucrania no empezó en febrero de 2022, ni siquiera en 2014, con la anexión de Crimea. «El primer disparo» fue el «masivo ciberataque» que sufrió la república báltica de Estonia en 2007 después de que las autoridades de Tallin decidieran trasladar una estatua al Ejército soviético y llevar «los restos de soldados soviéticos de una plaza central hasta un olvidado cementerio militar».

Colás es capaz de destripar, en 400 páginas repletas de frases brillantes, episodios absurdos y agudas descripciones, el surrealismo político, social y hasta personal en el que está sumida Rusia

El periodista recuerda cómo la Iglesia ortodoxa, durante un encuentro entre el patriarca Kirill y el jefe del Estado, hizo ‘desaparecer’ mediante Photoshop la muñeca del religioso un reloj de 28.000 euros regalado por Putin, pero el reflejo de la cara montura en la pulida mesa presidencial de madera dejó al religioso como un mentiroso. «Este bochorno fue el rito iniciático para quedar (Kirill) soldado a la élite rusa, eternamente dispuesta a chapotear en las olas del ridículo si estas bañan las playas de la opulencia más obscena y adictiva», relata Colás.

La segunda de las grandes virtudes del libro de Colás es superar el impostado debate de dónde se sitúa el fascismo y la ultraderecha en esta guerra que nos ha tocado vivir. El capítulo final, titulado ‘Manicomio Z’, rememora la aterradora escena de la película ‘Cabaret’ en la que un grupo de alemanes se alzan para cantar ‘Tomorrow belongs to me’. Y establece un paralelismo con el «monólogo pardo» repleto de alusiones a la historia y al pasado con el que Putin anunció el inicio de la invasión, el 24 de febrero de 2022.

Resumiendo, todo lo dicho en ‘Putinistán: un país alucinante en manos es un presidente alucinado’ hace honor a su título y portada, en la que se muestra la delirante escena, obtenida pocos días antes del inicio de la guerra, de Putin conversando con Macron en Moscú con una alargada mesa de comedor como separación. 

Putinistán

Xavier Colás

La esfera de los libros

328 páginas

21,90 euros